Al menos 26 muertos y más de 50 heridos dejaron dos explosiones en el aeropuerto de Adén cuando un avión que transportaba al nuevo gobierno de unidad de Yemen llegaba a la capital provisoria del país en guerra, informaron fuentes médicas.
El ataque tuvo lugar días después de que el nuevo Ejecutivo yemení, que ahora cuenta con separatistas del sur del país árabe, jurara su cargo durante una ceremonia en Arabia Saudita en la que estuvo presente el presidente de Yemen, Abdo Rabu Mansur Hadi.
Ruidos de explosiones y disparos se escucharon antes de que saliera un espeso humo negro de un edificio del aeropuerto mientras caían escombros, lo que provocó pánico entre los presentes, según imágenes del canal de televisión saudita Al-Hadath.
“Estamos bien”, tuiteó el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Ahmed ben Mubarak.
El avión llegaba desde Riad, la capital de Arabia Saudita, donde el Gobierno yemení se exilió después de que los rebeldes hutíes se apoderaran de la capital Sanáa en septiembre de 2014 así como de vastas regiones del país, desencadenando una sangrienta guerra.
Adén se convirtió luego en la capital temporal del país.
El portavoz del Gobierno, Rajeh Badi, pidió por su parte una “investigación internacional sobre este acto delictivo”, informó la agencia de noticias AFP.
Entre las víctimas hay civiles, guardias de seguridad y funcionarios locales, pero todos los miembros del gobierno “están bien”.
Es “un trágico recordatorio de la importancia de volver a poner urgentemente a Yemen en el camino de la paz”, publicó a través de Twitter el enviado de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, quien condenó las explosiones que “mataron e hirieron a varios civiles inocentes”.
El ministro de Información, Muammar al-Iryani, acusó en Twitter a los rebeldes hutíes de haber llevado a cabo el ataque de hoy, mientras que el primer ministro, Main Said, se refirió a un “acto terrorista cobarde”, aunque no mencionó a los hutíes.
“Esto sólo aumentará nuestra determinación de cumplir con nuestro deber”, tuiteó.
En un país pobre devastado por los conflictos, el nuevo Gobierno yemení de unidad que reúne a ministros del Gobierno de Hadi y separatistas del sur fue formado el 18 de diciembre bajo el impulso de Arabia Saudita.
Estos dos bandos que se disputaban el poder en el Sur continúan siendo aliados desde hace seis años contra los rebeldes hutíes, apoyados por Irán y que se apoderaron de una gran parte del norte del país, incluyendo la capital Sanaá.
El conflicto experimentó un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación en una guerra que dejó miles de muertos y provocó la mayor crisis humanitaria de la actualidad.
Actualmente, casi el 80% de la población de Yemen, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia en el país, donde hay más de 20 millones en inseguridad alimentaria.