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Caos en Afganistán: los talibanes tomaron el poder y el presidente huyó

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Tras un imparable avance, entraron en Kabul y reconquistaron el país, a 20 años de su derrocamiento; EE.UU. y sus aliados iniciaron una masiva evacuación; alerta por Al-qaeda.

Caos en Afganistán: los talibanes tomaron el poder y el presidente huyó

KABUL (AP).– A dos décadas de su derrocamiento, los talibanes coronaron ayer una ofensiva relámpago de tres meses al reconquistar la capital de Afganistán, donde, desde el palacio presidencial, anunciaron el renacimiento del emirato islámico.

“La guerra en Afganistán ha terminado”, proclamaron los insurgentes, mientras el presidente, Ashraf Ghani, huía del país y el gobierno se desmoronaba.

En medio de una fuerte conmoción mundial y de llamados a la moderación, Estados Unidos y otros países occidentales lanzaron una masiva evacuación de sus diplomáticos y colaboradores, en imágenes que para muchos recordaron la caída de Saigón, tras la derrota en Vietnam.

Poco después de que se anunciara la toma de Jalalabad, cerca de la frontera con Paquistán y la única gran urbe que le quedaba al gobierno fuera de Kabul, la milicia inició el asedio con la orden a sus miembros de que evitaran un derramamiento de sangre.

Ya en la capital, un vocero de los islamistas anunció que pronto se declarará el nacimiento del Emirato Islámico de Afganistán desde el palacio presidencial, ya desocupado luego de la salida del país del presidente, Ashraf Ghani.

Conocida horas después, la huida encarnó la imagen de un gobierno en desintegración un día después de que el jefe del Estado insistiera en “removilizar” sus fuerzas para detener un avance talibán que resultó imparable desde que lanzaron sus ataques en mayo, coincidiendo con el inicio de la retirada de las tropas norteamericanas y de sus aliados.

Ghani voló fuera del país, dijeron dos funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, sin revelar su destino. Abdullah Abdullah, el jefe del Consejo de Reconciliación Nacional de Afganistán, confirmó más tarde en un video en línea que Ghani se había ido.

“El expresidente de Afganistán se fue de Afganistán, dejando al país en esta difícil situación”, dijo Abdullah. “Dios lo hará rendir cuentas”.

Ghani dijo luego que huyó de Afganistán para “evitar un baño de sangre”, cuando los talibanes entraron en la capital. “Los talibanes ganaron” y “ahora son responsables del honor, de la posesión y de la autopreservación de su país”, escribió Ghani en un mensaje de Facebook, sin revelar su paradero. El exjefe del Estado afirmó que temía que “innumerables patriotas habrían sido martirizados y Kabul destruida” si él permanecía en la ciudad.

Las milicias talibanas avanzaban por las calles de la capital mientras helicópteros pasaban sobre sus cabezas para evacuar al personal de la embajada de Estados Unidos, entre otras sedes diplomáticas occidentales. El humo se elevaba cerca del complejo mientras el personal destruía documentos importantes.

“Unidades militares del Emirato Islámico de Afganistán entraron en la ciudad de Kabul para garantizar la seguridad”, tuiteó el vocero de los insurgentes Zabihullah Mujahid. “Su avance continúa con normalidad”, añadió.

Por otro lado, fuentes talibanas dijeron que los insurgentes tomaron el control del palacio presidencial. “Combatientes talibanes entraron en el palacio presidencial”, declaró un comandante veterano talibán.

“Los mujahidines entraron en el palacio presidencial y tomaron el control de este”, apuntó otro comandante, que añadió el edificio estaba albergando una reunión sobre la seguridad en la capital afgana tras la huida de la policía de las calles y de las comisarías.

El ministro del Interior en funciones, Abdul Sattar Mirzakawal, había afirmado poco antes de conocerse la salida de Ghani que se avecina un traspaso pacífico del poder a un “gobierno de transición”. En un mensaje de video, ha dicho que los talibanes no atacarían Kabul como parte de un acuerdo. “La seguridad

de la ciudad está garantizada, no será atacada, y el trato es transferir el poder pacíficamente al liderazgo de una administración de transición, inshallah (“si Dios quiere”). Kabul está a salvo, pueden estar seguros”, había dicho.

Suhail Shahein, un vocero talibán, aseguró en declaraciones a la cadena británica BBC que la milicia busca una transición de poder pacífica que se produzca en los próximos días. “No queremos ni un solo civil afgano inocente herido o muerto mientras tomamos el poder, pero no hemos declarado un alto el fuego”, declaró, por su parte, un jefe talibán en Doha (Qatar), donde se mantenían conversaciones con el gobierno para el cese de las hostilidades.

Sin embargo, otros miembros de la milicia dijeron a la agencia Reuters que no buscan un Ejecutivo de transición tras su fulgurante victoria. En todo caso, los talibanes han lanzado llamamientos a la calma e insisten en que no pretenden una toma del poder violenta.

“La situación de la seguridad en Kabul está cambiando con rapidez, incluido el aeropuerto. Hay reportes de disparos en el aeropuerto, por lo que estamos instruyendo a los ciudadanos estadounidenses a refugiarse”, dijo una alerta de seguridad de la embajada de Estados Unidos.

Cientos de afganos, algunos de ellos ministros y empleados gubernamentales y otros civiles –incluidos mujeres y niños– se abarrotaban desesperadamente en la terminal a la espera de vuelos.

Otros se trasladaron al perímetro de la pista con sus pertenencias en un intento desesperado de abordar alguna aeronave

“El aeropuerto está fuera de control (…) el gobierno (afgano) nos vendió”, dijo un funcionario en el lugar, quepidiómantenersuidentidadenel anonimatoporrazonesdeseguridad.

La ONG Emergency informó haber recibido 80 heridos en Kabul. “Se han recibido aproximadamente 80 heridos. En este momento nuestro hospital está lleno, hemos agregado 13 camas más y solo podemos atender los casos más graves: pacientes que necesitan atención urgente que les salve la vida”, escribió la organización en Twitter.

Mientras se evacuaba al personal de la embajada norteamericana, el gobierno de Joe Biden mantuvo ayer una reunión de emergencia con el equipo de seguridad nacional. El jefe de la Casa Blanca ordenó el envío de otros 1000 soldados para garantizar la salida de los ciudadanos norteamericanos.

En tanto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hizo un llamamiento a los talibanes para que “ejerzan la máxima moderación”. Guterres resaltó que los derechos de las mujeres “deben ser protegidos”. “El secretario general está particularmente preocupado por el futuro de las mujeres y las niñas, cuyos derechos ganados con tanto esfuerzo deben ser protegidos”, dijo la ONU en un comunicado.

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