Según recoge el periódico South China Morning Post, la campaña durará dos semanas y quienes quieran hacerse la prueba podrán acudir a diez centros repartidos en los 18 distritos de la ciudad.
Desde mediados de julio, el Gobierno se había centrado en grupos de riesgo, como conductores del transporte público, trabajadores de mercados, o empleados y residentes de asilos, con un total de 130.000 pruebas realizadas, que arrojaron un positivo por cada 2.500 efectuadas.
Tras registrar solo unos 1.200 contagios hasta junio, en las últimas semanas el número se ha disparado hasta 4.480 por culpa de esta tercera oleada de contagios, que también ha elevado la cifra de fallecidos hasta el momento a 46.