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Duro cruce entre Alberto Fernández y Lacalle Pou por el futuro del Mercosur

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Era una reunión de agenda, casi festiva, para conmemorar los 30 años de creación del Mercosur, pero de un momento a otro, el encuentro virtual de presidentes se transformó en un tenso debate de ideas y posicionamientos ideológicos sobre los desafíos que enfrentará la región en el futuro.

Duro cruce entre Alberto Fernández y Lacalle Pou por el futuro del Mercosur

El punto de discordia fue la flexibilización: Brasil propuso una reducción de aranceles, el uruguayo Luis Lacalle Pou acompañó y el presidente de la nación, Alberto Fernández contestó visiblemente ofuscado.

Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre. No estamos dispuestos a que sea un corset del que nuestro país no pueda moverse”, señaló Lacalle Pou.

Y Fernández no lo dejó pasar. “Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento, no queríamos ser una carga para nadie. Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho”, declaró el jefe de Estado.

Asimismo, agregó: “Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad. No queremos ser lastre de nadie, si somos un lastre, que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie. Para mí es un honor ser parte del Mercosur”.

Alberto Fernández considera que se debe fortalecer al bloque y eso implica postergar la decisión de “flexibilizar” su funcionamiento interno. Jair Bolsonaro, en cambio, apuesta por la flexibilización porque implica la posibilidad de cerrar acuerdos bilaterales al margen de los otros tres socios del bloque del sur.

Luis Lacalle Pou y Mario Abdo Benítez, acompañan la posición de Bolsonaro. Para ambos jefes de Estado, ese eventual esquema de flexibilización abre una eventual zaga de tratados con países europeos, asiáticos y Estados Unidos.

Uruguay y Paraguay tienen poco riesgo país, baja inflación y no deben 44.000 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Argentina se opone a la flexibilización empujada por Bolsonaro, Lacalle Pou y Benítez y, como esa reforma estructural, necesita la voluntad de los cuatro socios. El Mercosur seguirá con una lógica jurídica y comercial aprobada cuando aún existía la Unión Soviética y nadie conocía a Barack Obama.

Esas diferencias de criterios quedaron manifestadas en los discursos pronunciados este viernes por los mandatarios.

Bolsonaro no confrontó directamente contra Fernández, pero fue quien instaló el tema de controversia. “Defendemos la modernización del Bloque, como la actualización de las tasas arancelarias externas. A Brasil le gustaría destacar la importancia de la reunión que los cancilleres van a realizar en abril en materia de revisión de las tasas y aranceles propuesto por Brasil”, señaló.

El brasileño llamó a ser parte de la llamada “cuarta revolución industrial” y dijo que para eso hay que redoblar los esfuerzos en las negociaciones externas.  Mientras Brasil defiende flexibilizar el Mercosur para que cada país pueda negociar acuerdos comerciales con otros países de forma independiente y propone “una reducción gradual” del arancel externo común “para mejorar la competitividad” del bloque; Argentina busca cuidar a la industria nacional del ingreso de productos importados a bajo precio, en momentos donde la situación económica se encuentra fuertemente golpeada por el cierre de fábricas y la falta de empleo.

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