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El insólito manual para curas chilenos: “No tocar los genitales a los niños”

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El Arzobispado de Santiago de Chile elaboró y luego pidió disculpas por un ridículo manual que prohíbe lo que ya está prohibido: los abrazos “demasiado apretados”, dar “palmadas en los glúteos”, tocar el área de los genitales o el pecho, recostarse o dormir junto a niños, niñas o adolescentes y dar masajes.

El insólito manual para curas chilenos: “No tocar los genitales a los niños”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El Arzobispado de Santiago de Chile elaboró y luego pidió disculpas por un ridículo manual que prohíbe lo que ya está prohibido: los abrazos “demasiado apretados”, dar “palmadas en los glúteos”, tocar el área de los genitales o el pecho, recostarse o dormir junto a niños, niñas o adolescentes y dar masajes.[/vc_column_text][vc_single_image image=”200844″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Chile es hoy uno de los países en el que mayor cantidad de religiosos están acusados de abuso sexual, en su mayoría, a niños. Puede interpretarse de muchas maneras: o que allí la Justicia hizo su tarea y dejó algo expuesto que en otros países todavía se oculta, o que la epidemia de delitos contra la integridad sexual es un caso único en el mundo. Inclusive, puede haber más interpretaciones. Lo concreto es que esos sacerdotes católicos abusadores y sus jefes, los obispos, pusieron en ridículo al mismísimo papa Francisco, su líder, cuando visitó la nación trasandina. De hecho, Jorge Bergoglio se vio en la obligación en los últimos días de expulsar del sacerdocio a algunos sacerdotes que desde hace décadas venían cometiendo delitos y pedirles las renuncias a otros.

Ahora apareció y luego desapareció un manual elaborado por el Arzobispado de Santiago que posee una serie de recomendaciones a los sacerdotes con el fin de guiar el trabajo con menores de edad y personas vulnerables, como evitar “dar palmadas en los glúteos” y “tocar el área de los genitales o el pecho” de los niños y niñas.

Insólito: la ley ya dice que eso no se puede hacer, pero como el Vaticano está más allá de las leyes de las naciones, parece que necesita una norma propia para que sus hombres y mujeres no hagan lo que -se sabe- no deberían hacer ni haber hecho jamás.

El manual

El documento fue creado por el Consejo para la Prevención de Abusos del Arzobispado de Santiago con la participación de diversos actores y entrará en “plena vigencia” el 28 de abril de 2019. De él surge una pregunta: ¿Hace falta un manual para no pecar, si ya tenían unos viejos pero vigentes Mandamientos? ¿Y qué hay del respeto por la ley? ¿Los países van a seguir tolerando que respondan a otra nación, la Santa Sede en lugar de cumplir con la normativa del país que los acoje?

Algo más que hecha oscuridad en medio de tanta penumbra: El texto se encontraba publicado en la página del Arzobispado, pero fue borrado durante la tarde del pasado viernes.

La prensa trasandina dio a conocer el documento, que pudo obtener antes de su extinción, y que fue firmado por el arzobispo santiaguino, Ricardo Ezzati, que tiene -además- un nombre poco riguroso y que no promete siquiera sanciones o consecuencias a quien las viole:  “Orientaciones que fomentan el buen trato y la sana convivencia pastoral” se indica que “estamos viviendo tiempos en nuestra Iglesia que nos llenan de dolor, vergüenza y desconcierto; pero, a la vez, son tiempos de esperanza, que invitan a fortalecer nuestra fe en Jesucristo”.

En ese trabajo distribuido en los obispados de todo Chile (y que podés leer haciendo clic aquí en forma completa) recuerdan que “no se debe estar a solas con un niño, niña, adolescentes o persona vulnerable en una residencia, dormitorios, vestuarios, sanitarios, duchas, cuarto de vestir o cualquier otro cuarto cerrado o área aislada que fuera inapropiada”.

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Por otro lado el documento sostiene que hay conductas que pueden ser malinterpretadas, como “regalar dinero u otros objetos de valor”, mantener contacto demasiado frecuente por teléfono o correo electrónico, sacar fotos a los menores mientras están desnudos o se visten, junto con el uso de lenguaje inapropiado.

Sin embargo hay algo más que está disponible en el capítulo que aborda el tema de las “muestras de afecto”, donde se expresa que “si bien dentro de nuestra misión está la de mostrar el amor del Padre y fomentar el encuentro con Cristo, existen algunas formas inapropiadas de expresar el afecto y la cercanía, las cuáles deben ser evitadas”.

Entre estas muestras se encuentran los abrazos “demasiado apretados”, dar “palmadas en los glúteos”, tocar el área de los genitales o el pecho, recostarse o dormir junto a niños, niñas o adolescentes y dar masajes. Además, se recomienda no luchar o realizar juegos que implican tocarse de manera inapropiada, abrazar por detrás y besar en la boca.

La polémica no es frenada por nada ahora que desde el Arzobispado de Santiago de Chile aclararon por qué borraron el documento. Sostuvieron -al pedir disculpas ahora por él- que solo es “un instrumento de trabajo” realizado bajo estándares internacionales y que tiene un plazo de seis meses para ser perfeccionado con la comunidad eclesial y anunciaron que se modificarán algunos aspectos del documento para evitar malas interpretaciones.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]

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