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El Papa pidió un “nuevo modelo de crecimiento económico” que cuide el ambiente

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El Papa Francisco pidió hoy un “nuevo modelo de crecimiento económico” que cuide el ambiente y afirmó que el daño a la Tierra “es un grave pecado que daña y enferma”.

El Papa pidió un “nuevo modelo de crecimiento económico” que cuide el ambiente

El Papa ha dejado claro que el planeta no es un mero “recurso” y ha subrayado que una interpretación torticera de los textos bíblicos ha contribuido a tener una visión equivocada de la naturaleza que lleva a explotar la tierra “hasta el punto de asfixiarla”.

“Explotar la creación, este es el pecado”, ha subrayado ante unas 500 personas que se han reunido en el Patio de San Dámaso, el lugar desde el que el acceden los jefes de Estado y de Gobierno hasta el Palacio Apostólico del Vaticano cuando visitan el pontífice, y desde donde se han retomado las audiencias generales de los miércoles en presencia de los fieles.

El Vaticano ha dispuesto unos exhaustivos controles para los peregrinos que quieran seguir la catequesis que incluyen la medición de la temperatura corporal, el uso obligatorio de mascarilla o el respeto de la distancia de seguridad para evitar mayores contagios.

El pontífice ha incidido en que la “contemplación” es el método para reconocer que tanto las criaturas como la naturaleza tienen un valor en sí mismas y “reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios”.

De hecho, para el Papa, sin la actitud contemplativa es “fácil caer en un antropocentrismo desviado y soberbio” que sobredimensiona el papel de los seres humanos y los posiciona como “dominadores absolutos de todas las criaturas”. “Cuando alguien no aprende a detenerse para percibir y valorar lo bello, no es extraño que todo se convierta para él en objeto de uso y abuso inescrupuloso”, ha observado.

De esta manera ha incidido en que el que contempla se siente parte integral de esta belleza y a la vez también “se siente llamado a guardarla, a protegerla”. Por ello, como ya hiciera en la encíclica ‘Laudato Si’, publicada en 2015, ha instado al mundo en general “a promover nuevos hábitos de producción y consumo, a contribuir a un nuevo modelo de crecimiento económico que garantice el respeto de la casa común”.

Asimismo, ha defendido que, si bien se puede trabajar la tierra, esto en ningún caso es sinónimo de “explotación” ya que siempre debe ir acompañado de cuidados: arar y proteger, trabajar y cuidar… Y ha añadido: “No podemos esperar seguir creciendo a nivel material, sin cuidar la casa común que nos acoge. Nuestros hermanos y hermanas más pobres y nuestra madre tierra gimen por el daño y la injusticia que hemos causado y reclaman otro rumbo”.

El Papa ha reivindicado la labor de los indígenas verdaderos “custodios de la vida y de la esperanza” hacia los que la humanidad tiene una “deuda de gratitud”. Pero también ha señalado la labor de aquellos movimientos, asociaciones y grupos populares, que “se esfuerzan por proteger su territorio con sus valores naturales y culturales”. A este respecto ha denunciado que “no siempre son apreciados” y, que incluso, a veces, “se les obstaculiza cuando, en realidad, contribuyen a una revolución pacífica, la revolución del cuidado”.

Francisco finalmente ha agradecido la labor de “los médicos, enfermeras, personal sanitario y asociaciones voluntarias comprometidos” con la emergencia de coronavirus.

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