El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, comprometió ante el Congreso su palabra de que el diálogo abierto con el independentismo catalán no conducirá a ningún acuerdo que vulnere la Constitución española, como un referendo, en una dura sesión en diputados en la que los líderes del opositor Partido Popular (PP) y el Vox (derecha) pidieron su renuncia.

En su comparecencia a pedido propio en la Cámara baja, el mandatario dejó claro que la única vía para que se produzca ese referendo es que la reforma de la Constitución, y garantizó que el PSOE, del que le “honra” ser secretario general, “nunca jamás” lo apoyará.

En esa línea, Sánchez defendió su decisión de conceder los indultos a los organizadores del intento independentista de 2017 en Cataluña, denominado el “procés”, y aseguró que la decisión constituye un primer paso en la nueva etapa de diálogo.

Aseguró que su Gobierno va a trabajar para “devolver la normalidad a la vida política y a Cataluña” y, en tal sentido, anunció que “la vía judicial no vale por sí sola para garantizar la convivencia” y para resolver los problemas políticos.

La palabra de la oposición

Durante la comparecencia, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, exigió la dimisión de Sánchez por los indultos concedidos a los líderes independentistas.

“Dimita, disuelva el Parlamento y convoque elecciones, solo así podrá indultarle la historia”, pidió Casado al presidente español, a quien también acusó durante la intervención de “vivir de rodillas ante el independentismo”.

También anunció que el PP presentó un recurso ante el tribunal sentenciador para impugnar la decisión del mandatario con los que considera que el Gobierno pretende “borrar todo rastro de delito”.