Desde que el volcán Cumbre Vieja en La Palma entró en erupción semanas atrás se ha podido ver a través de los medios la devastación que la lava provocó a su paso hasta llegar al mar. Importantes figuras de la TV no dudaron en viajar hasta la isla de las Canarias para contar desde allí lo que sucede y entrevistar a los afectados. Sin embargo, en el programa español Los Teloneros de Cuatro se observó en las últimas horas la insólita imagen de cómo un periodista se quemaba en directo al tocar la lava.
“Vemos la piedra volcánica que está súper caliente”, comenzó diciendo a cámara el reportero Alejandro Rodríguez mientras grababa una lengua de lava justo cerrándole el paso justo detrás de él. “Está súper caliente. Por dentro está al rojo vivo”, prosiguió el relato mientras aproximaba su mano a una de las rocas de lava. “Por primera vez tocando una piedra recién hecha al horno”, agregó.
Como era de esperar, el periodista se quemó varias veces al poner su mano sobre la lava. Una actitud imprudente que fue muy criticada en las redes sociales, e incluso en el propio programa en el que se desempeña el trabajador de prensa. “Ay, toco la lava y me quema”, ironizó uno de los presentadores.
El de los periodistas ha sido uno de los grupos más criticados por permanecer demasiado cerca de la lava. En este sentido, esta misma semana una reportera de El programa de Ana Rosa fue cuestionada por la Guardia Civil por grabar donde no debía, tras lo cual se debió proceder a su rescate.
La lava del volcán de la isla española de La Palma, que fluye continuamente hacia el mar, formó una lengua que gana con velocidad terreno al agua y ya casi alcanza las 19 hectáreas de superficie.
Desde que la colada del volcán Cumbre Vieja, en erupción desde hace 11 días, llegó finalmente al mar durante la madrugada del martes al miércoles pasados, la lava se ha ido solidificando y conformando un delta o fajana que no para de crecer.
Si bien no ha dejado víctimas, la erupción ha destruido unas 855 construcciones según los datos registrados por el sistema de medición geoespacial europeo Copernicus. Además, 6000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares en la isla de 85.000 habitantes.
Por su parte, las autoridades locales también alertaron el jueves ante los efectos nocivos de la lluvia de cenizas y su impacto en la calidad del aire, informó el portal TN.
