
Las autoridades noruegas han ajustado sus consejos acerca de quién recibe la vacuna contra el COVID-19, tras la muerte de algunas personas mayores y dijeron que es el médico quien decide si una persona recibe o no la vacuna.
Todos los decesos se produjeron en hogares para ancianos y todos eran mayores de 80 años.
Fiebre y náuseas podrían “haber provocado la muerte de algunos pacientes débiles”, dijo Sigurd Hortemo, en el primer informe de la agencia sobre los efectos secundarios.
Según cifras oficiales, más de 30.000 personas han recibido la primera dosis de la vacuna de Pfizer o Moderna en Noruega desde fines de diciembre.
Días atrás, el Instituto Noruego de Salud Pública dijo que “cualquier efecto colateral de la vacuna será compensado por un riesgo reducido de enfermarse gravemente de COVID-19 en el caso de personas ancianas débiles”.
Añadió que “para los pacientes muy débiles y los enfermos terminales se recomienda una evaluación cuidadosa de los beneficios contra las desventajas de la vacunación”.
La Agencia Noruega de Medicamentos dijo en su informe que 21 y ocho hombres sufrieron efectos colaterales. Nueve experimentaron efectos secundarios graves no fatales y otros siete efectos menos graves. Los nueve sufrieron reacciones alérgicas, fuerte malestar y fiebre alta, mientras que los efectos menos graves fueron dolor en el lugar de la inyección.