Cientos de policías y militares resguardan los centros de detención en las ciudades de Guayaquil, Cuenca y Latacunga, donde el martes bandas que operan al interior de las cárceles se enfrentaron con armas cortopunzantes de fabricación artesanal por ocupar el liderazgo entre los miles de presos.
La entidad encargada del sistema penitenciario, SNAI, dijo en un comunicado que hasta el momento hay 79 muertos como consecuencia de los hechos ocurridos en cuatro cárceles del país, que albergan a un 70% de la población penitenciaria de cerca de 38.000 presos.
En la noche del martes, las autoridades recuperaron seis cuerpos en otra cárcel en Guayaquil.
El Gobierno informó que las bandas comenzaron a disputar un espacio de liderazgo desde diciembre del 2020 cuando uno de los líderes de la agrupación llamada Los Choneros fue abatido en un centro comercial de la ciudad de Manta, meses después de haber obtenido su libertad. Los Choneros se atribuían el liderazgo en las cárceles.
Varios de los ataques se registraron en pabellones de máxima seguridad en los centros de Guayaquil y Cuenca, dijeron las autoridades.
“Gracias a las acciones ejecutadas entre esta institución y la Policía Nacional, la situación en los centros de privación de libertad de Guayaquil, Azuay y Cotopaxi se encuentra controlada”, agregó la SNAI en el comunicado.
Familiares de los presos permanecían fuera de las cárceles en busca de información sobre sus seres queridos.
En 2019, el presidente Lenín Moreno declaró estado de emergencia al sistema penitenciario luego de una ola de incidentes que dejaron 24 muertos. Un año después volvió a decretar estado de excepción en las cárceles por nuevas muertes entre los presos por episodios de violencia.
