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Nueva York convierte en delito el estrangulamiento en detenciones policiales

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El gobernador Andrew Cuomo, promulgó una reforma policial que comprende una decena de proyectos aprobados esta semana tanto por el Senado como por la Asamblea Estatal de Nueva York.

Nueva York convierte en delito el estrangulamiento en detenciones policiales
Foto vía notasperiodismopopular

El gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, promulgó una reforma policial que incluye la criminalización de la técnica de estrangulamiento durante las detenciones policiales, un método que se usó con George Floyd en Minneapolis y que venía siendo un reclamo de activistas y organizaciones civiles hace años.

La reforma, que comprende una decena de proyectos aprobados esta semana tanto por el Senado como por la Asamblea Estatal de Nueva York, pena el uso de esta maniobra con hasta 15 años de prisión, facilita el acceso a los historiales de denuncias de los oficiales y penaliza las llamadas a la Policía por motivos racistas.

Muchos de estos cambios eran reclamos hace años, sin ningún éxito.

“No hay confianza entre la comunidad y la Policía”, reconoció a los periodistas Cuomo, acompañado por el reverendo y veterano activista por los derechos civiles Al Sharpton, durante la firma del paquete legislativo en su despacho. “Y si no hay confianza, la relación no funciona”, sentenció.

Si bien la Policía neoyorquina dijo haber prohibido el uso del estrangulamiento en 1993, la técnica se seguía usando y nunca se convirtió en un delito hasta esta nueva ley, que llevará el nombre de Eric Garner, un afroestadonidense neoyorquino que, al igual que Floyd, murió asfixiado por un policía durante su arresto en 2014 en Staten Island.

El gobernador demócrata destacó, asimismo, el respaldo bipartidista de la iniciativa.

La muerte de Floyd, ocurrida el 25 de mayo, causó una ola de indignación y protestas en Estados Unidos, luego que un video mostrara que el hombre falleció mientras era arrestado en Minneapolis por un policía blanco -hoy imputado por homicidio en segundo grado- que lo redujo al piso y le clavó la rodilla en el cuello durante casi nueve minutos, pese a que el hombre gritaba que no podía respirar.

LAS PROTESTAS Y RECLAMOS

Ante la amplitud de las demandas contra la injusticia racial y la brutalidad policial, numerosos estados y ciudades emprendieron en las últimas semanas reformas policiales y judiciales, mientras que, a nivel federal, los demócratas presentaron una serie de medidas a tratar en el Congreso, algunas incluso apoyadas por varios republicanos.

La Casa Blanca, en cambio, criticó as medidas en su conjunto y mantuvo silencio sobre cualquier iniciativa propia, hasta el jueves a la noche.

Tras más de dos semanas sin atender los reclamos de los manifestantes, el presidente Donald Trump anunció que está terminando de preparar un decreto para que los departamentos de Policía cumplan con “los actuales estándares profesionales para el uso de la fuerza”.

El magnate republicano explicó que las recomendaciones fomentarán “técnicas de desescalada”, sin brindar mayores detalles, durante una mesa redonda con líderes religiosos y funcionarios legales en Dallas, en el estado sureño de Texas, reportó la cadena NBC.

“Además, fomentaremos programas piloto que permitan a los trabajadores sociales unirse a ciertos agentes de la ley para que trabajen juntos”, agregó.

El mandatario expresó, en cambio, su rechazo a los pedidos de activistas en las calles de retirar fondos a las fuerzas de seguridad.

“Nos ocuparemos de nuestra policía. No le vamos a sacar fondos, en todo caso, iremos por otra ruta. Nos aseguraremos de que nuestra policía esté bien entrenada, perfectamente entrenada, que tenga el mejor equipamiento”, dijo Trump, quien señaló que prefería “dominar las calles con compasión”.

La negativa de Trump es compartida por el 64% de los estadounidenses, que también se oponen a las propuestas de redestinar parte de los fondos que reciben los departamentos de Policía del país a causas sociales, según una encuesta realizada por ABC News con la consultora Ipsos.

El resultado es muy diferente si se tiene en cuenta solo la minoría negra: el 57% apoya una desfinanciación de las policías. La cifra es muy similar entre los votantes demócratas: 55%.

Sin embargo, al analizar la mayoría blanca, sólo un 26% apoya la medida, una cifra que se reduce a solo un 11%, si se analiza solo a los electores republicanos.

Fuente TELAM

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