Mexicanos y extranjeros caen rendidos ante estas tortillas, que pueden encontrarse casi a cualquier hora y comercio mexicano.
Cuestión de género
Aunque suelen ser mujeres quienes están al frente de muchos de los negocios de comida callejera en México, son pocas a quienes se ve atendiendo puestos de tacos.
Algunos expertos creen que existe una división de género muy arraigada a la hora de determinar quién se encarga de preparar las tortillas y qué es lo que marca quiénes cocinan uno u otro platillo.
“Existe como un tabú de que los hombres no pueden manipular nixtamal (el maíz mezclado con agua y cal que dará lugar a las tortillas)”, coincide Juan Pedro Viqueira, historiador y autor del artículo “De la quesadilla al taco: un mito mexicano”.
“Antes de freír o cocer en el comal esos antojitos, la señora agarra la masa y la palmea de una mano a otra hasta que la tortilla queda redonda y delgada. Y ese acto se suele ver como muy femenino”, le dice a BBC Mundo José Iturriaga, escritor especializado en historia de la gastronomía mexicana.
¿Qué es lo que impide que las mujeres preparen tacos?
Es más habitual ver a mujeres vendiendo los de guisado o de canasta, pero rara vez suelen vender tacos.
Otra explicación que se suele escuchar para detallar la ausencia de mujeres en los puestos de tacos es que -al contrario que con las quesadillas u otros antojos- su horario de venta suele alargarse hasta la noche o incluso madrugada, y eso podría resultar más peligroso.
Los mexicanos consideran que siempre es buen momento para taquear. Por eso, uno se los puede encontrar en fondas, mercados, restaurantes, en taquerías nocturnas o en cientos de puestos donde comer los tacos de pie en plena calle debería ser considerado todo un arte.