Decenas de miles de muertos, millones de refugiados y desplazados internos, ciudades bombardeadas y destruidas y una economía muy golpeada, es el saldo que deja la invasión rusa a Ucrania.
La fecha que quedará en la historia es el 24 de febrero de 2022, día en el que Vladimir Putin desencadena la primera guerra de agresión a gran escala en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
A un año del inicio de la invasión, Rusia controla solo partes de la separatista región del Dombás, en el este del país. Sin embargo, esta invasión dejó como consecuencia decenas de miles de muertos, millones de refugiados y desplazados internos, ciudades destruidas y una enorme incógnita sobre el futuro del conflicto que actualmente se concentra en la ciudad de Bajmut.
AÑO DE GUERRA by José Mauricio Martínez on Scribd
Cifras
Estimaciones del gobierno noruego indican que unos 180.000 soldados rusos murieron o resultaron heridos, también 100.000 militares ucranianos. Otras fuentes occidentales citadas por AFP señalan 150.000 bajas en cada bando. Todo ello sin sumar a las víctimas civiles, que la ONU estima en alrededor de 8000, aunque reconoce que podrían ser muchas más.
El impacto social de la invasión
En las primeras semanas de la guerra más de 8 millones de ucranianos salieron del país. En tanto, otros cinco millones son desplazados internos. Detrás quedaban ciudades destruidas, familias divididas y una economía destrozada.
Según la ONU hubo 18.000 el número de civiles muertos y heridos en el conflicto, aunque reconoció que “las cifras reales son mucho más altas”. Ucrania habla de “más de 400 niños” fallecidos.
A las tropas rusas se les imputan ejecuciones, violaciones, torturas y secuestro de niños (más de 16.000 enviados a Rusia o a territorios bajo su control, según Kiev. En tanto, a Ucrania se le acusa de cometer crímenes de guerra contra prisioneros rusos.
Según AFP, las tropas de Moscú ocupan el 18% de Ucrania. En el caso Kiev se atribuye haber recuperado un 40% de los territorios ocupados por Rusia desde la invasión.
