Aunque Modi advirtió de que la India está preparada para responder ante cualquier provocación. China, por su parte, sostuvo que “no desea” más enfrentamientos con India y que están intentando “resolver la situación a través del diálogo”.

El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Zhao Lijian volvió a culpar a la India por el enfrentamiento y dijo que la situación general en la frontera es “estable” y está “bajo control”.

Zhao explicó que los enfrentamientos se produjeron cuando los militares hindús “provocaron y atacaron a los chinos, lo que suscitó el temor y la confrontación física entre las tropas fronterizas de ambos países que acabaron con víctimas”. Según el funcionario, los soldados indios cruzaron en dos ocasiones la Línea de Control Actual (LAC, en inglés), la frontera compartida.

El vocero del Ministerio de Exteriores indio, Anurag Srivastava, acusó al gobierno de Xi Jinping de intentar “alterar el status quo en violación de los términos de desescalada acordados en las recientes conversaciones”, declaró.

De acuerdo con la reconstrucción de los hechos que realizó el medio NDTV, el enfrentamiento vino motivado por una carpa instalada por los militares chinos y que éstos se habían comprometido a retirar en virtud de conversaciones recientes.

Los soldados indios habían acudido a pedir que se retiraran, pero los militares chinos agredieron a un coronel y desencadenaron el enfrentamiento con cachiporras y barras con clavos.

En principio, fallecieron tres militares, entre ellos el coronel, mientras que varios más cayeron al río Galwan durante la pelea, que se extendió durante seis horas. El enfrentamiento dejó 20 soldados hindúes muertos.