KIEV. Ucrania aceptó tener conversaciones con Rusia en la frontera entre su país y Bielorrusia, según anunció este domingo la Presidencia ucraniana, luego de que el Kremlien enviara una delegación a la ciudad de Gomel e invitará a Kiev a hacer lo mismo para iniciar negociaciones.
En una primera instancia el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, rechazó conversar en Bielorrusia porque prestó su territorio para que Rusia lanzara parte de su invasión desde allí.
Sin embargo, tras una mediación del mandatario bielorruso, Alexandr Lukasheno, el presidente ucraniano aceptó conversar con Rusia en la frontera, cerca de la zona de exclusión de la ciudad ucraniana de Chernobil, informó la Presidencia ucraniana.
“La delegación ucraniana se entrevistará con la (delegación) rusa sin fijar condiciones previas en la frontera ucrano-bielorrusa, en la región del río Prípiat”, declaró la Presidencia ucraniana en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP. De acuerdo con Télam, no hubo una respuesta inmediata del Kremlin.
El inicio de las negociaciones para un enclave en Bielorrusia
Más temprano, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, informó a medios rusos que Moscú había enviado una delegación para entablar negociaciones en Gomel, una ciudad bielorrusa en el sureste cerca de las fronteras de Rusia y Ucrania.
El grupo negociador estaba compuesto por representantes de “los Ministerios de Relaciones Exteriores, de Defensa y otros servicios, entre ellos la administración presidencial, llegó a Bielorrusia para negociaciones con los ucranianos”, dijo Peskov.
Pero Zelenski rechazó la oferta con el argumento de que su país no quiere conversar en Bielorrusia, que limita con Ucrania por el Sur, porque prestó su territorio para la invasión rusa. Entonces propuso en cambio hacerlo en las capitales de Polonia, Eslovaquia, Hungría o Azerbaiyán, o en Estambul, Turquía.
No obstante, horas más tarde, Zelenski dijo que había hablado con Lukashenko. En el medio, el presidente ruso, Vladimir Putin, había acusado a Ucrania de desaprovechar una oportunidad para negociar.
El jueves pasado, hace cuatro días, Putin ordenó una invasión a gran escala de Ucrania, invasión en la que las tropas rusas mataron a 200 civiles. Esto provocó la inmediata condena y sanciones internacionales contra Moscú.
Moscú quiere la rendición de las fuerzas ucranianas y deponer a su Gobierno prooccidental para que el territorio sea “neutral”, unas condiciones consideradas inaceptables por Kiev.