El Consejo Nacional Electoral venezolano informó que Nicolás Maduro ganó las elecciones con el 59% de los votos, tras un conteo que duró siete horas. Sin embargo, esta declaración ha sido recibida con escepticismo y rechazo tanto a nivel nacional como internacional. La Argentina, junto con otros ocho países, ha exigido una revisión exhaustiva de los resultados y ha solicitado una reunión en la Organización de Estados Americanos (OEA) para abordar la situación.
El gobierno de Nicolás Maduro ha respondido a las críticas solicitando a los gobiernos de la región que retiren a sus representantes diplomáticos en Caracas. Esta medida ha intensificado las tensiones diplomáticas y ha generado una respuesta internacional de apoyo a la revisión de los resultados electorales.
La situación en Venezuela se ha vuelto más complicada con protestas y disturbios en Caracas, donde los ciudadanos han expresado su descontento con los resultados de las elecciones. Las manifestaciones han incluido cacelorazos y otros actos de protesta en diferentes puntos de la capital bolivariana.
En el ámbito diplomático, el cruce entre Javier Milei, presidente de Argentina, y el gobierno venezolano ha sido notable. Milei ha reiterado que no reconocerá los resultados de lo que considera un fraude electoral y ha llamado a la comunidad internacional a actuar en defensa del Estado de Derecho en Venezuela.
Desde el Comando de Edmundo González Urrutia se ha informado que se interrumpió la transmisión de datos y la publicación de actas durante el proceso electoral, lo que ha alimentado aún más las sospechas de irregularidades. Este hecho ha sido uno de los puntos clave en la discusión sobre la legitimidad de los resultados y ha impulsado a varios países a exigir una investigación más profunda, informó el portal TN.