Este viernes, el marco de la investigación por la desaparición y muerte de Facundo Astudillo Castro, el perro Yatel de la querella encontró en el baúl de un patrullero de la Policía bonaerense una piedrita turmalina similar a la que llevaba siempre colgada en su cuello el joven.

Se trata del Toyota Etios que fue secuestrado en una seccional de Bahía Blanca y que el 8 de mayo se había desviado de su recorrido y permanecido por más de 35 minutos a 800 metros del lugar donde se encontró el cuerpo de Facundo, según confirmó a TN Leandro Aparicio, el abogado de la familia de Facundo.

Los primeros días de septiembre, un perro de la Policía Federal detectó rastros del joven en el patrullero y por eso los abogados de la familia pidieron una “ampliación de peritaje” que se realizó este viernes y que arrojó como resultado el hallazgo de la turmalina.

“Es una piedrita que habían comprado entre todos los amigos de Pedro Luro y le habían regalado una a Facundo y ayer le dieron una a Cristina Castro, la mamá de Facundo”, explicó Aparicio. Según dijo, eligieron esa piedra porque “tienen una cervecería que se llama Turmalina y es donde trabajaba Facundo”.

Mientras aguardaba para firmar el acta del peritaje, el letrado detalló que la piedra “fue encontrada en el baúl del patrullero, en donde el perro mordió muy vivazmente el tapizado, lo sacó, lo arrancó y ya se estaba por comer cuando lo pararon”. En el mismo lugar señaló que “se encontraron pelos, una bala, un proyectil”.