TRES LEONES. En ese marco, la policía actuó por orden del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú. En el lugar hallaron estupefacientes, pero lo que originalmente se investigaba era un hecho de abuso sexual y prostitución de menores.
Hubo varios detenidos y en diciembre de 2018, con todas las pruebas recolectadas, el juez Martín Brites dictó la prisión preventiva al dueño del local, quien fue acusado de prostituir a sus hijas.
En las últimas horas se conoció que la etapa de instrucción fue cerrada y el caso elevado a juicio.
Hay en total son cuatro acusados que en una fecha que aún resta por establecerse y enfrentarán el debate en el Tribunal Penal 1 de Eldorado.
El padre de las niñas, conocido en la zona como “El Viejo” (52), es el más visible de los acusados, pero también está involucrado un abogado, que según se desprende del caso, era cliente (junto a otros dos hombres), de los servicios del bar que regenteaba el padre de las niñas.
El dueño del bar-pool está acusado de “abuso sexual con acceso carnal (hechos reiterados) doblemente agravado (por el vínculo y por la convivencia preexistente) en concurso ideal con el delito de promoción a la corrupción de menores de 18 años, agravado por su condición de ascendiente de las víctimas, en concurso real y con el delito de explotación económica del ejercicio de la prostitución agravado por ser ascendiente, mediar abuso de una situación de vulnerabilidad y por ser víctimas menores de 18 años”.
En el caso del abogado y los otros dos “clientes” están imputados de una calificación similar referida a la facilitación de la prostitución de menores y por ser las víctimas menores de 18 y 13 años. El único que está detenido con prisión preventiva es el padre de las menores, los demás, en tanto, esperan el juicio en libertad, pero con medidas restrictivas.
El sufrimiento de las chicas
Una de las hijas, de 16 años, escapó hacia Iguazú para pedir ayuda a su madre y juntas fueron al juzgado a contar que, tanto la menor como una hermana mayor de 28 años, habían sido abusadas sexualmente por el padre durante años y además eran ofrecidas como mercancía en el bar-pool.
De esta manera, la adolescente pudo huir de su padre, mientras que su otra hermana lo había logrado luego de entablar relación con un hombre y huir hacia Brasil.
Gracias a los testimonios se activó la causa y cuando se realizó el allanamiento en el local descubrieron que funcionaba un kiosco narco. Secuestraron marihuana, cocaína y plantas de cannabis, también hallaron una camioneta que el día anterior había sido robada en “Pranchita”, al otro lado del río San Antonio.
