El impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania ya tiene sus coletazos en los alimentos en Argentina.

La suba internacional de los commodities como la soja, el trigo y el maíz, se intensificó a partir del conflicto entre Rusia y Ucrania.

En medio de negociaciones de la Secretaría de Comercio Interior nacional para evitar que la suba de los commodities como el trigo impacten en la mesa de los argentinos, algunos jugadores de la industria de los alimentos ya tomaron nota y se vieron cortes en la cadena de producción.

Todo sucede en un contexto en el que la Argentina sufre en la inflación de los productos “frescos” como la carne. 

En ese contexto, fuentes de la industria panadera señalaron que se suspendió la venta de bolsas de harina en algunos molinos. Los contratos que ya estaban pactados continúan y hubo entrega, pero la incertidumbre por el precio internacional del trigo hizo que algunos productores especularan con una mayor suba en el futuro.

Aumento sin escalas

En lo que va de febrero, el trigo aumentó alrededor del 20%, según David Miazzo, economista de Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), “En el pan, de cada $100, $13 de los que se pagan son por el trigo. Si se traslada al precio final una suba de este calibre, sería de un 2,6% en el valor final”, explicó.

En el mismo sentido, el maíz incide en un 11% en el precio final de la carne, pero esta no debería subir más de 2%, estima. En la leche, el maíz es el 7%, y si se trasladara el avance de los precios internacionales, sería un aumento del 1,4% en el precio final local.