La nueva y extrema suba dispuesta por el Banco Central para la tasa de interés de referencia, que saltó del 60% al 69,5%, tendrá efectos directos en el consumo y en la forma más habitual de financiamiento: la tarjeta de crédito.

Esto significa que el BCRA dispuso un aumento de la misma magnitud en las tasas para financiar el dinero plástico. 

De esta manera, quienes cancelen el pago mínimo, o un pago inferior al total del resumen, deberán financiar el saldo pagando un interés del 71,5% y no al 62% como hasta ahora. Una vez sumados los impuestos y otros gastos, esa tasa se incrementará hasta llegar al 125% de Costo Financiero Total (CFT).

Desde el 1° de agosto, la tasa ya había subido del 57% al 62%. De ese modo, esta segunda suba en pocos días, encarecerá el financiamiento con tarjetas de crédito.

El uso de las tarjetas crece por debajo de la inflación

Según un informe de First Capital en julio, “las operaciones con tarjetas de crédito, registraron un saldo de $ 1.650.615 millones, lo cual significa un aumento de un 2,5% respecto al cierre del mes pasado, unos $40.108 millones por encima de junio. El crecimiento interanual llegó al 66,8%”, afirmaron.

En el mismo período, según informó el Indec el jueves, la inflación llegó al 7,4% en el mes y al 71% en la medición interanual.