Economía

En 2017, con $1.000 se podían comprar U$S 51,87 y ahora, apenas $3,30

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Lo reveló el magister Gonzalo Acuña, en su columna económica semanal para el Noticiero de MisionesCuatro. Desde su creación en 1992, el peso perdió el 99,4% de su valor y en los últimos 60 años, sólo hubo equilibrio fiscal en un quinquenio.

En 2017, con $1.000 se podían comprar U$S 51,87 y ahora, apenas $3,30

POSADAS. “Desde su creación en 1992, el peso ha perdido el 99,4% de su valor”, comenzó diciendo el especialista Gonzalo Acuña, en su columna “El Dato Económico” para el Noticiero de MisionesCuatro. Según el magister, el casi permanente déficit fiscal incide en un proceso de degradación del valor de la moneda nacional, y el consecuente aumento de la pobreza, porque los argentinos cada vez pueden comprar menos productos y servicios.

“Desde 1881 cambiamos 5 veces de moneda”, subrayó Acuña, añadiendo que por comparación “en EEUU, ellos nunca han cambiado de moneda, que es una moneda dura y reserva de valor”.

Respecto de la pérdida de valor del peso, Acuña mostró un dato inapelable: “con el billete de 1000 pesos, en diciembre del 2017, comprábamos 51,87 dólares. Y después se fue suicidando hasta llegar a los 3 pesos o 3,30 pesos de ahora, teniendo en cuenta el dólar libre, callejero o blue”, preció.

En tanto, al preguntarse “qué es lo que hicimos mal para que haya sucedido (esto)”, Acuña ponderó que el país no tuvo equilibrio fiscal en este último lustro. “Nunca hemos podido gastar menos de lo que ingresa. Esto hace que tengamos que emitir más pesos. Y con más divisas en la calle, estas valen menos”, detalló.

Una devaluación que se dio a nivel global por la pandemia, pero que en Argentina fue más pronunciada

“El dólar está perdiendo su fuerza como reserva de valor, lo mismo ocurre en EEUU, si hacen macanas. (El presidente Joe) Biden ha hecho las mismas cosas que los argentinos emitió producto de la pandemia. Se tuvieron que endeudar, del 50% al 70% del PBI, esto hace que el mundo desconfíe del dólar. Lo mismo pasa con el Euro, producto de la pandemia, donde los países tuvieron que hacer frente a gastos corrientes con bajos ingresos, también gastaron de más y se debilitaron sus monedas”, señaló Acuña y aclaró: “No es una cuestión aislada y se agudizó con la crisis por la guerra en Ucrania y ha derivado en una crisis energética”.

“En la economía la confianza es lo más importante, y sus monedas valen menos en el mercado internacional”, comentó Acuña sobre ese proceso en Europa y EEUU, que en Argentina se magnificó.

Actualmente, “estamos a la espera del anuncio de un plan económico del viceministro Rubinstein. Dijo que está armando un plan pensando en que este gobierno va a continuar. Pero tras bambalinas se dice que se avecina una devaluación”, consignó el analista.

Para Acuña, el problema de la pérdida del valor de las monedas a nivel global por la pandemia del coronavirus, golpeó más duramente a la economía argentina, porque “ya entramos en la pandemia muy inestables, con mucha deuda y emitiendo”. En consecuencia, los efectos fueron mucho peores que en EEUU y Europa.

“Además (está) nuestro historial: en 60 años, sólo desde 2003 a 2008 hubo equilibrio fiscal”, remarcó.

El problema de estar constantemente endeudándose o emitiendo dinero

En este punto, el analista se preguntó “por qué cometemos los mismos errores que nos trajeron acá. Seguimos destruyendo moneda, ahí vienen las variables que se analizan, si se dolariza o no la economía. La idea es sacarle la potestad al Banco Central para que emita a destajo”, explicó Acuña, quien recordó que “en este mismo momento nuestro ministro Massa está viendo cómo hace para conseguir otro préstamo del FMI”.

Así, según Acuña, en el país se repite la misma secuencia, “o endeudándonos o emitiendo. Y las dos cosas tienen como consecuencia que seamos más pobres y que compremos menos cosas en el supermercado. Podemos esperar que este año estemos por encima del 40% de la pobreza. Es una picardía tener tantos pobres en un país con tantos recursos naturales y humanos”, se lamentó Acuña, haciendo referencia a la inminente medición de la pobreza del INDEC para el primer semestre del 2022, que se publicará en Septiembre.

“Equilibrio fiscal sería uno de los problemas, el problema madre, pero tenemos muchos otros de distorsión de la economía, por el cepo al dólar, las intervenciones y las restricciones a las importaciones”, remató el analista.

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