El ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó una serie de medidas económicas que apunta a aliviar el bolsillo ante el impacto de la inflación. Anunció que a partir del 1° de noviembre se elevará el piso salarial para pagar el Impuesto a las Ganancias. Además contó que se está negociando un nuevo programa de precios, aunque rechazó un congelamiento; y anticipó que el Gobierno otorgará un refuerzo alimentario a sectores vulnerables antes de fin de año.

“Lo que nosotros llamamos la modificación del mínimo no imponible está decidido, sube a partir del 1° de noviembre. Va a estar arriba de los 330 mil pesos”, detalló este domingo por la mañana en una entrevista en el programa “Si pasa, pasa” de Radio Rivadavia. Contó que la medida ya cuenta con el aval del presidente Alberto Fernández y que se formalizará en una reunión entre los sindicatos y el Poder Ejecutivo.

“Queremos que lo que los trabajadores ganan producto de la paritaria no lo pierdan con el Impuesto a las Ganancias. Aliviar con un esfuerzo del Estado”, dijo el ministro, que se encuentra en Estados Unidos. El último aumento había sido en junio, cuando se elevó el piso salarial un 24,27%, de $ 225.937 a $ 280.792. La suba anunciada ahora rondaría el 18%.

Por otra parte, Massa anticipó que trabaja con empresas de consumo masivo en un plan de “Precios Justos” para que los productos tengan etiquetado el valor de venta en los paquetes. La idea es evitar incumplimientos en lo pactado. “Lo que termina pasando es que lo que acordamos en una oficina después no se cumple en las góndolas. Le da la tranquilidad al consumidor que pueda controlar”, adelantó.

Según anticipó, el objetivo oficial es que el acuerdo sea más amplio que Precios Cuidados y más largo en el tiempo. “Me gustaría que cuando lo pongamos en marcha sea con un número determinado, un trabajo acordado con AFIP, industria, en una mesa de acuerdo de trabajo con los gremios de cada empresa, en la base de entender que estamos en un tiempo que todos tenemos que ceder un poquito”, afirmó.

En la misma línea, se pronunció en contra de los congelamientos de precios -un pedido del ala más dura del kirchnerismo- porque “no funcionan”. “No creo en eso como mecanismo. Sí creo en el trabajo acordado con las empresas de consumo masivo. Hay 20 o 25 que representan el 65% de lo que consumimos los argentinos. Me parece clave sentarnos a la mesa y establecer los mecanismos con los que el Estado puede dar certidumbres, exportaciones, ampliación de producción”, detalló.

Un bono para sectores vulnerables y cuotas para comprar teles para ver el Mundial

Por otra parte, Massa afirmó que se pagará un bono para los sectores sociales más vulnerables antes de fin de año. Será un “refuerzo instrumentado desde la ANSES para quienes hoy no tienen seguro de desempleo, ningún ingreso y sienten que el Estado no los está protegiendo” y afirmó que el objetivo es que “los grupos de mayor riesgo (…) puedan asistir al mínimo básico alimentario”.

En simultáneo, el funcionario confirmó que se lanzará en las próximas semanas un programa para la compra de televisores en cuotas fijas de cara al Mundial de Qatar y de aires acondicionados para el verano. La medida había sido anticipada por el ministro de Industria, José de Mendiguren, en el Coloquio de Idea.

“Vamos a un programa para acceder televisores para el Mundial, de 55, 58 pulgadas y equipos de aire acondicionado de bajo consumo. El desafío de bajar subsidios pasa por mejorar el consumo. Son productos a 30 cuotas fijas a la mitad de la tasa”, detalló y agregó que se incluirá una gama de celulares. La secretaria de Comercio avanza en las negociaciones con bancos, tarjetas, productores electrónicos y locales comerciales para intentar cerrar el acuerdo en los próximos días, completó.

El dólar, la guerra y la inflación

El ministro también habló sobre el impacto de la pandemia y la guerra Rusia-Ucrania; y del impacto de la inflación.

“La Argentina vivió dos shocks, uno con mucha debilidad. En la pandemia estábamos en plena renegociación de deuda, sin acceso al mercado de capitales. En ese sentido los primeros dos años fueron con financiamiento del Banco Central, que generó la profundización de estas dificultades cambiarias”, afirmó.

Y agregó: “Lo internacional no lo pongo como excusa, sino como contexto y es el de la guerra. Hoy se habla en el G20 del shock que viene producto de que el hemisferio norte lo va a vivir. La guerra nos lleva costados más de 5 mil millones de dolares. Si bien aumentaron los granos, aumentó la energía, los fletes y los granos. Nos llevó a perder en reservas y cuentas fiscales 5 mil millones de dolares”.

“Hay más de 60 países que tienen vencimientos y ven con preocupación la inflación global. Hay una preocupación en todo el mundo. En Argentina, mas allá de las preocupaciones de los demás, nos tiene que preocupar a nosotros. Tenemos que trabajar para reducirla. No existe la magia, no existe lo que dicen que con un chasquido de dedos baja la inflación, eso genera frustración”, concluyó. (Clarín )