“Por una fotocopia que no se
sabe quién la hizo, estoy en este juicio, teniendo que explicar cosas que son
increíbles”, dijo Milani en el juicio al que es sometido, al referirse al acta
de deserción del soldado Ledo, instrumento público que se lo acusa de haber
falsificado.
El ex jefe del Ejército del kirchnerismo declaró durante más
de cuatro horas ante el Tribunal Oral Federal (TOF) de Tucumán integrado por
Gabriel Casas, Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal,
“Si quieren saber qué pasó con el soldado Ledo tiene que
seguir una pista de los jefes de la Unidad que estaban en La Rioja y en Tucumán
de la cual dependía la gente que estaba en Inteligencia y que manejaba el
Arsenal Miguel de Azcuénaga (unos de los centros clandestinos de detención que
funcionó en Tucumán)”, continuó Milani.
El imputado sostuvo “creo que los fiscales que investigaron
esta causa, no siguieron la línea de inteligencia, formaron parte contexto del
político, mediático y judicial para que yo quede imputado y procesado”.
“Esto me da la pauta de que en realidad no les interesa saber
cuál ha sido el destino final de Ledo y quiénes fueron los perpetradores del
hecho”, agregó.
“Han traído a este juicio algunos testigos, evidentemente
militantes, que han venido acá a mentir, así como otros testigos que no tienen
ningún tipo de relación con el hecho, que estuvieron en otros contingentes y
nunca escucharon nada, salvo dos que me nombraron”, indicó.
Luego, Milani le pidió “a la fiscalía y a las querellas que
indaguen, trabajen y produzcan pruebas para que puedan traer a juicio a los
presuntos responsables y portadores de este hecho”.
Ledo nació en La Rioja, era estudiante de la carrera de
Historia y militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).
A los 20 años el joven ingresó al Batallón 141 de La Rioja y
luego fue trasladado a un campamento de Monteros, ciudad ubicada a 55
kilómetros al sur de la provincia de Tucumán, donde fue visto por última vez el
17 de junio de 1976.
El soldado había sido asignado para desempeñar tareas
civiles, como reparación y construcción de rutas y caminos y las autoridades
informaron, al momento de su desaparición, que había desertado.
Además de la acusación por falsificación del acta de
deserción de Ledo, Milani está imputado por el encubrimiento de la desaparición
del soldado.
El otro acusado es el ex capitán Esteban Sanguinetti, quien
enfrenta cargos de homicidio calificado y privación ilegítima de la libertad de
Ledo.
Sanguinetti tenía a cargo la Compañía de Ingeniero de
Construcciones donde revistaba el conscripto.
El juicio continuará mañana a las 9.30, cuando está previsto
que declare el último testigo, para luego dar comienzo a los alegatos de las
partes. El tribunal dictará sentencia el viernes, informó el secretario del
TOF, Mariano García Savalía.
Este es el segundo juicio que enfrenta Milani. El anterior
tuvo lugar en La Rioja por el secuestro y las torturas sufridas por Pedro
Olivera y su hijo Ramón, durante la última dictadura militar, en el que el ex
jefe castrense fue absuelto.
Milani negó estar vinculado a la desaparición del soldado Ledo
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