BUENOS AIRES. La pequeña Maia estaba junto a su captor Carlos Alberto Savanz. Fue hallada luego de tres días de intenso rastrillaje entre Moreno, Luján y General Rodríguez mediante un llamado al 911 que alertó al Comando de Patrullas de Luján. El hombre quedó detenido, imputado por el delito de sustracción de una menor que prevé una pena de 5 a 15 años de cárcel.

Según fuentes judiciales, Savanz, de 39 años, cartonero de vida nómade, cuenta con antecedentes. Había sido denunciado en marzo pasado por abusar de una menor de su familia. 

La denuncia la realizó hace aproximadamente un año su exmujer y fue radicada en la UFI Nº2 de la jurisdicción de Presidente Perón. Según trascendió, Savanz convivía con la mujer y su familia en la localidad bonaerense de Guernica cuando fue denunciado.

Luego de esta acusación y mediante la recolección de testimonios, los funcionarios judiciales calificaron la causa como “abuso sexual simple”, ya que según detallaron, la mujer lo denunció por “tocamientos” a la menor de edad. Posteriormente, los fiscales del caso emitieron un orden para excluirlo del domicilio y el hombre se fugó.

A su vez, a raíz de la pandemia la situación judicial se dificultó, principalmente la realización de la declaración en cámara Gesell de la menor, una prueba clave en cualquier expediente por un delito sexual contra niños. No obstante, Savanz no tiene entradas en el Servicio Penitenciario Bonaerense y tampoco carga con causas en la Ciudad de Buenos Aires.

Identificarlo fue complejo para la investigación, ya que, según registros, tiene al menos un homónimo cuatro años menor que él, con antecedentes penales como una condena por robos menores. El hombre también empleó el apellido Sierra en el pasado. El pedido de captura vinculado a su DNI fue cargado a los sistemas recién en el día de ayer, 17 de marzo.

Es por ello que la revisión médica y la cámara Gesell de Maia serán claves para definir la acusación contra Savanz, que a partir de esta causa deberá enfrentar otra del pasado.