[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los acusados por abusar de una joven que practicaba la misma disciplina deportiva, fueron sobreseídos por la justicia mendocina, en una controvertida decisión basada en el extraño argumento de “no haberse probado que no fue un acto sexual consentido”, pese a la denuncia de la víctima. Críticas al tratamiento privilegiado de los acusados.[/vc_column_text][vc_single_image image=”174289″ img_size=”full”][vc_column_text]MENDOZA. La Justicia de Mendoza sobreseyó a cuatro jugadores y a un manager de la Unión Rugby de Cuyo que habían sido acusados de “abuso sexual” por una joven que practica el mismo deporte, durante una fiesta de fin de año realizada en diciembre de 2016.

El juez de Garantías David Mangiafico, luego de más de un año de investigación, decidió el sobreseimiento de todos los imputados a pedido del fiscal Sebastián Ríos, quien sostuvo que el delito no se pudo probar por falta de pruebas.

Según el fiscal, durante la investigación no se hallaron elementos que probaran la denuncia de la víctima, que afirmó que fue abusada cuando estaba en estado de inconsciencia e indefensión, mientras que dos de los acusados admitieron el contacto sexual, aunque aseguraron que había sido “un acto consentido”.

Tratamiento privilegiado para los acusados

Durante el proceso, la parte querellante cuestionó al fiscal por el “tratamiento vip” que recibieron los imputados y por haber adelantado su postura en favor del sobreseimiento, antes de que se analizaran todas las pruebas presentadas para demostrar la culpabilidad de los acusados.

Los favorecidos con el sobreseimiento son los jugadores de rugby Ignacio Ceschín, Sebastián Vanín, Ignacio Biffi y Enzo Falaschi, quienes estaban imputados por abuso sexual agravado por acceso carnal, y el manager José Hervida, imputado por abuso sexual simple.

El caso de presunta violación grupal

Los hechos denunciados ocurrieron el 23 de diciembre del 2016 en una fiesta privada celebrada en la casa del manager del equipo, en la localidad mendocina de Chacras de Coria, donde el equipo de la Unión Rugby de Cuyo (URC) festejaba el triunfo en el Seven de la República.

Dos días después, Gianina Antonella Greco, que también era jugadora de rugby, denunció ante la Justicia haber sido víctima de abuso sexual, aunque dijo que por haber estado en un estado de inconsciencia, no podía recordar quiénes habían participado del abuso.

Los análisis del Laboratorio de Genética Forense determinaron la existencia de rastros de semen de dos de los rugbiers imputados, Vanin y Ceschín “en las prendas” de vestir de la víctima, de acuerdo con lo informado en su momento por el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de Mendoza.[/vc_column_text][vc_single_image image=”174290″ img_size=”full”][vc_column_text]

El cuestionable argumento del fiscal

Los dos rugbiers habían admitido haber tenido relaciones sexuales con la joven, pero aseguraron que fueron “consentidas”. Antes del fallo absolutorio, el fiscal Sebastián Ríos había adelantado que en la investigación no se había podido probar que la denunciante haya estado inconsciente durante las relaciones sexuales.

Agregó que “en la fiesta había unas treinta personas, muchas de ellas mujeres, y nadie la vio en estado de inconsciencia. Tampoco las pericias marcan esta situación y, al otro día estuvo muy activa”. La querella argumentó que inconsciente o no, el abuso sexual había ocurrido, pero su postura no fue tomada en cuenta ni por el fiscal ni por el juez de la causa.

El abogado querellante Lucas Lecour cuestionó el sobreseimiento de los cinco rugbiers imputados y señaló que solicitaron elementos de prueba para despejar las dudas sobre la denuncia, pero los principales testigos no volvieron a declarar ante los funcionarios judiciales y se tomó en cuenta lo declarado el 24 de diciembre en una comisaría.

“Nosotros entendemos que una declaración de una víctima de abuso sexual es más que pertinente y útil en una investigación por abuso sexual”, destacó Lecour.

Por otra parte, el querellante destacó que se trata de un delito de complejidad y no se ha realizado el mayor esfuerzo para superar las dudas planteadas por la fiscalía.  Ante lo planteado, la Defensa considera desprolijo e irresponsable este accionar y sospecha sobre la objetividad del fiscal. “Si no es que está presionado, es que se quiere sacar la causa de encima”, puntualizó el abogado.

Las palabras de la víctima

Mientras tanto, poco tiempo después de ocurrido el hecho denunciado, la víctima de 24 años –por recomendación de su psicólogo– dio a conocer un escrito en el cual señaló que le parecía “muy injusto haber ido a una fiesta a pasar un buen rato con mis amigas y que haya terminado todo tan mal como terminó, que cinco hombres hayan abusado de mí. Nunca me imaginé y menos sospeché que gente de mi entorno, con las cuales compartimos la misma pasión por el rugby, me traicionaran de esta manera”, sostuvo.

Agregó que “bajo ninguna circunstancia hubiera aceptado estar en esa horrible situación con cinco hombres” que “me robaron mi dignidad sin importarles nada. Solo fui una cosa que usaron para calmar sus más bajos instintos. Me quitaron la posibilidad de decidir sobre mi propio cuerpo. Ellos decidieron por mí”, sentenció.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

Página 12/JMM.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]