Las imágenes vistas en las redes y las noticias que llegaron desde la provincia de San Juan sobre el fuerte sismo que tuvo lugar en la noche del lunes, no hacen más que recordar lo ocurrido el 15 de enero de 1944, cuando un terremoto de 7 grados en la Escala de Richter destruyó casi en su totalidad la capital provincial y dejó el saldo de casi 10 mil muertos.
Aquella situación se dio a las 20.50 de ese 15 de enero y su epicentro tuvo lugar a 20 kilómetros de la ciudad de San Juan (en la zona de La Laja, departamento Albardón) con una profundidad de 16 kilómetros. Hay que destacar, que es el fenómeno más destructivo de nuestra historia por sus destrozos y cantidad de víctimas fatales.
A los pocos segundos del fenómeno, las construcciones de la ciudad quedaron en el piso y salieron de servicio los sistemas de energía eléctrica, agua potable y telefonía.
Además de causar la muerte de casi 10 mil personas y lesiones de distinta consideración a miles de habitantes, provocó cuantiosas pérdidas materiales.
Destrozos millonarios
El inusitado movimiento de la tierra ocasionó daños de consideración en rutas y caminos, vías férreas, edificios públicos y establecimientos fabriles, especialmente bodegas.
En las zonas más próximas al epicentro del terremoto, Albardón y Angaco, se produjo la licuación o licuefacción del terreno, fenómeno que consiste en un cambio de estado de una sustancia cuando pasa del estado sólido al líquido. A través de distintas grietas el agua afloró en la superficie, igualmente se formaron volcanes y cráteres de arena.
Cambios tras la tragedia
Después del terremoto se comenzaron a tomar medidas para lograr la reconstrucción de San Juan, se creó un organismo que encaró un plan regulador para la construcción antisísmica ya que el 98% de las construcciones de la época eran de adobe.
Un dato anecdótico que el sábado 22 de enero de 1944 se realizó un gran festival organizado por la colonia artística en el porteño estadio Luna Park, en Corrientes y Bouchard, para recaudar fondos para socorrer a las víctimas del sismo de San Juan, y fue en aquella ocasión donde el entonces coronel Juan Domingo Perón conoció a Eva Duarte.
