Opinión

Dicen que no se goza bien de lo gozado, hasta después de haberlo padecido

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por Walter Anestiades

Dicen que no se goza bien de lo gozado, hasta después de haberlo padecido

[vc_row][vc_column][vc_column_text]-Si para recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido, si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado,

-si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido, tengo por bien sufrido lo sufrido, tengo por bien llorado lo llorado.

-Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido.

-Porque después de todo he comprendido por lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado.

Así describe Francisco Luis Bernárdez, en su clásico soneto, la justificación del sufrimiento en el amor. Un padecer que lleva al gozo.

¿Así es en el amor y en cualquier orden de la vida? Pues no se vive así en la Argentina. Acá se sufre en vano. No se recobra lo recobrado.

Nuestra decadencia no parece, sino que ha sido imparable desde hace mucho. Los golpes de estado. La proscripción del peronismo. La guerrilla. La Triple “A”. El “Rodrigazo”. Videla, Massera y Agosti. Martínez de Hoz. Galtieri y la guerra de Malvinas. Alfonsín y el plan Austral. Menem, Cavallo y el espejismo del uno a uno. La Alianza y el 2001. Duhalde y la salida de la convertibilidad. Bonny (Cristina) and Clyde (Néstor). “Cambiemos” que “gatopardizó”. Vivimos cada vez peor. Con pequeños paréntesis. Pero siempre empeora. Salud, seguridad, justicia, educación, trabajo, salarios. Cada gobierno deja funcionarios ricos, sociedades empobrecidas y otarios que los justifican. Subdesarrollados en lo económico y en lo cultural. Y ya no sé qué cosa lleva a la otra.

Te pongo un ejemplo personal. Soy un porteño radicado en Oberá hace casi catorce años. Voto en Oberá. Voto en Misiones. Una provincia y una ciudad que está gobernada hace tres lustros por el Frente Renovador, el partido que Carlos Rovira y Maurice Closs armaron de las sendas mejicaneadas al justicialismo y al radicalismo. Rovira convirtió a la tierra colorada en un feudo. Una provincia con dueño. Y por Oberá pasó un tal Ewaldo Rindfleisch, renovador y kirchnerista, que entregó al municipio endeudado, sin agua, sin luz y no dejó negocio por hacer aprovechándose de la política. Que fue, y es, cubierto por una red de impunidad multipartidaria. ¿A quién voto el año que viene?

-La renovación es lo peor que le pasó a Oberá y a Misiones. Aunque nos quieran hacer creer el cuento del “buen renovador”, que tantos se tragan (un Carlos Fernández que arreglará lo que rompió Rindfleisch, por ejemplo).

-El PRO y el radicalismo local son tan pusilánimes como inoperantes sus pares nacionales del Frente “Cambiemos”. Jamás han movido un dedo para colaborar con el poco periodismo que hay en Oberá y en Misiones. Y, lamentablemente, el gobierno del presidente Macri hasta acá-ojalá mejore-ha sido un fiasco.

-El peronismo misionero tranzó con Rovira. Como si ser renovador y ser peronista fuera lo mismo.

-Los partidos provinciales son pequeñas medialunas que, cada mañana, Rovira moja en su café con leche.

-Al kirchnerismo no lo considero una opción porque aún no padezco Alzheimer.

-El socialismo y la izquierda vernácula siguen siendo los mismos delirantes de toda la vida. Y Misiones es una provincia políticamente daltónica.

-Votar en Blanco es como tirarla al córner. No me va.

Estamos atrapados entre lo peor del pasado y lo peor del presente

Y la chatura. Expresada en una sociedad cada vez más fanatizada-especialmente los kirchneristas que se ilusionan con que la salida anticipada de Macri sea una gambeta a la cárcel-que solo ve lo que quiere ver, que es hija del rigor, que se “informa” leyendo títulos y mirando fotitos. Ganados por una moral de mierda. Como decía Sergio Renán en aquél film, “Sentimental”: ni derechos del todo, ni torcidos del todo”.

Es lo que hay. Y no hay más.

Seguiremos adelante, obvio. Pero todo indica que perdiendo más tiempo. “Vastum tempore”, se dice “perder el tiempo”, en latín. Lo contrario del “carpe diem” de Horacio (“aprovecha el día”).

¿Así que en el amor, y en cualquier orden de la vida, no se goza bien de lo gozado sino hasta después de haberlo padecido?

Te voy a contar algo.

Es mentira.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

Por Walter Anestiades

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