Opinión

La Ley de Murphy en Oberá

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El ingeniero aeroespacial norteamericano Edward Murphy enunció un principio muy difundido: “Si algo puede salir mal, va a salir mal”. Es lo que conocemos como la “Ley de Murphy”. Algo así ha pasado en Oberá con el asunto del defensor del pueblo.

La Ley de Murphy en Oberá

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Por: Walter Anestiades

[/vc_column_text][vc_single_image image=”228897″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]El ingeniero aeroespacial norteamericano Edward  Murphy enunció un principio muy difundido: “Si algo puede salir mal, va a salir mal”. Es lo que conocemos como la “Ley de Murphy”. Algo así ha pasado en Oberá con el asunto del defensor del pueblo.[/vc_column_text][vc_column_text]Con el paso del tiempo a algunos les va cayendo la ficha (aunque para otros el proceso de entendimiento va demasiado lento). La Misiones de Carlos Rovira es un feudo y esa palabra, “feudo”, no es un concepto elegante para debatir en ámbitos intelectuales o para discutir con los amigos en el café. Es un modo de manejar la cosa pública que joroba la vida cotidiana.

Un estado feudal coarta libertades, es hermético, estructuralmente corrupto, estimula la ignorancia cívica, la sed de justicia es poco saciada, difunde propaganda como si fuera información y genera mecanismos de pseudoparticipación. Pergeñar el cargo de “Defensor del Pueblo” en un feudo que siempre impone sus reglas es una jugada destinada al fracaso porque allí al pueblo nunca lo va a defender nadie.

Oberá es el ejemplo perfecto de eso.

Misiones Cuatro alertó como ningún medio como venía la mano. Primero se sancionó la Carta Orgánica de la ciudad. Que suena lindo tenerla pero en los hechos se puso feo porque los votantes le dieron a una mayoría de convencionales constituyentes renovadores la responsabilidad de sancionarla. Obviamente, mantuvieron la ley de lemas-ese modo de votar que huele a rancio-y escribieron un sinfín de derechos que no se cumplen (como el boleto de colectivo gratuito a los jubilados, por ejemplo) transformando a la Carta Orgánica en algo similar a un adorno chino que tengo en mi casa.

Después vino el tiempo de elegir al Defensor del Pueblo. En unos comicios opacos y ley de lemas mediante, fue electa la contadora pública Patricia Nittmann. Quién resultó tercera en cantidad de votos-3.556-quedando muy por debajo del candidato Roberto Silverstone-que obtuvo 6.158-y del candidato Gabriel Tula-con 5.658-. Nittman terminó triunfando apretadamente gracias al aporte electoral de los otros candidatos renovadores: Andrés Moreira, Celia Soria, Miguel Angel Morales, Andrés Rehe, Claudia Meza y Estela Carmen Bárbaro. Pero con un dato, además, insoslayable. Patricia Nittmann no solo fue candidata del partido de gobierno, la renovación. Además fue la candidata del alcalde Carlos Fernández, quién impulsó su sublema y hasta hizo campaña por ella. Esto es, la “defensora del pueblo” que debe controlar al gobierno y al intendente simpatiza con el gobierno y con el intendente.

Ya en el cargo Nittmann nombró como su asesor jurídico a Hugo Lesiuk, un abogado que está acusado de integrar una asociación ilícita que perjudicó a la AFIP en unos setenta millones de pesos. Por cierto todo acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Pero en una ciudad como Oberá, en la que hay trescientos abogados litigando, optar por uno que está involucrado en semejante causa para semejante cargo no pareció una decisión muy inteligente.

Para rematarla hace unos días Bernabé Aguirre, quién fue votado como defensor del pueblo adjunto de Patricia Nittmann, renunció al puesto, argumentando que la funcionaria jamás lo consultó ni lo tuvo al tanto de nada desde que asumió, de modo que él no estaba en condiciones de reemplazarla. Patricia Nittmann está embarazada y empezó a tomarse algunas licencias. De hecho, hasta el viernes pasado, Lesiuk debió ocupar el cargo de Nittmann.

En síntesis: en un feudo votaron para defender al pueblo de los excesos del gobierno a una candidata del gobierno, que nombró como asesor a un acusado de evasión que termina reemplazándola porque ella debe pedir licencia y el que debía reemplazarla se mandó a mudar porque dice que nunca le dieron bola. Que esto funcione bien tiene menos chances que Sampaoli de volver a dirigir la selección nacional.

¿Quién será el Defensor del Pueblo de Oberá cuándo el embarazo de Patricia Nittmann progrese lo suficiente? Se especula con que asumiría el segundo más votado dentro del lema renovador (los concejales ya han ido preparando el terreno legal para eso). Se trata de Andrés Moreira, un joven abogado que solía ser crítico del status quo renovador, pero que, al parecer, un día tuvo una charla con Carlos Rovira y salió persuadido de lo brillante que es el proyecto misionerista en marcha.

La sociedad obereña no se involucra como debiera en los asuntos públicos. Y estos mecanismos de pseudoparticipación, cuyos efectos prácticos provocan un genuino rechazo, la desalientan más.

“En cuánto el zonzo analiza la zoncera, deja de ser zonzo”, escribió don Arturo Jauretche.
La estrategia, entonces, es que nunca la analice…[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row]

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