Opinión

La última batalla K

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Nota de opinión de Bryan Villalba, el apoderado de la Unión del Centro Democrático (UCEDE).

La última batalla K

En el año 2003 se da el nacimiento del Frente Para la Victoria, que conformaba el sector peronista más alejado de Carlos Menem, y un número de partidos bastante grandes del interior del país, mediante el cual Néstor Kirchner llega a la presidencia con apenas el 22% de los votos.

En medio de la crisis que los precedía, gobernar con tan poca legitimidad era todo un desafío.

A su lado, su esposa, Cristina Fernandez, quien había sido diputada nacional por la Provincia de Santa Cruz desde el 89 al 95 y posteriormente Diputada Nacional y Senadora por la Provincia de Buenos Aires del 95 al 2007, llegaban ante un país que por así decirlo había atravesado su peor momento.

El Gobierno de Nestor fue para muchos una muy buena gestión, donde si bien tenía el desafío de reacomodar el país pos crisis del 2001-2002, los números de la macroeconomía luego de la salida de la convertibilidad con un dólar a $3 y el boom de la soja, permitían que hasta el peor presidente saliera bien parado de su gestión.

Los 8 años que le sucedieron del gobierno de su esposa se encargaron de aplastar completamente todos estos buenos índices con los que contaba el país.

Se amplió el estado, se otorgaron de manera desmedida los planes sociales, se desarmaron las AFJP, se produjo la famosa Resolución 125 que llevó al levantamiento del campo, y muchas otras medidas que la oposición no pudo capitalizarlas hasta 2015, ya que, hasta ese entonces, existía una atomización de partidos que no tenía fuerza frente al Kirchnerismo que había arrasado con cuanta elección se presentaba; salvo caso de las elecciones de 2009 donde un inesperado De Narváez le gana la Provincia de Buenos Aires al Expresidente Néstor Kirchner.

Antes de finalizar su segundo mandato, comienzan las investigaciones de la Justicia por la Administración de los Kirchner. La primera en ser condenada sería Felisa Miceli (2012), ex Ministra de Economía durante la gestión de Néstor, por encubrimiento agravado y sustracción de documentos públicos. Le seguirían posteriormente los acusados en la causa de la Tragedia de Once (2014) y el ex Vicepresidente, Amado Boudou que recién fue condenado durante la Administración de Cambiemos en 2018, luego de 10 años de investigación.

Transcurrida la gestión de Mauricio Macri, comienzan a aparecer nuevas causas e investigaciones que se relacionaban directamente con la expresidenta. La ruta del Dinero, Hotesur-Los Sauces, Vialidad, el Pacto con Irán y al menos varios más.

Si bien con el retorno al poder como Vicepresidenta en el 2019, Cristina logró ser sobreseída en varias causas en las que estaba involucrada, muchos de los que componían y se subordinaban a ella directamente como “jefa” de la banda delictiva, ya están en prisión cumpliendo condenas. Tal es el caso de Lázaro Báez, José López, Leonardo Fariña, entre otros.

El caso de la Obra Pública, en el cual la fiscalía solicitó 12 años de prisión efectiva e inhabilitación permanente para ocupar cargos públicos, puede significar si se llega a una condena firme, el principio del fin del Kirchnerismo, ya que, junto con este, muchas causas avanzarán casi en idéntico sentido.

El desafío de Cristina Kirchner es llegar con expectativas a la última batalla. El peronismo y las organizaciones sociales que tanto desprestigió y confrontó, hoy le sirven de aliados junto con ese electorado duro del 20% que aún conserva.

El Frente de Todos tiene un gran desafío hoy. Cuidar a la “jefa” y competir en las elecciones presidenciales que cada vez están más cerca, pareciera casi imposible si viéramos la pésima administración de Alberto Fernández y la falta de candidatos del oficialismo que puedan contender con Juntos por el Cambio.

Cristina sin dudas va a ser candidata, probablemente a Senadora, aún no sabemos si por Santa Cruz o Provincia de Buenos Aires, donde puede refugiarse detrás de los fueros y tener cierta tranquilidad ya que la condena firme de cualquiera de sus causas no se dará hasta dentro de un par de años.

Después de 20 años el Kirchnerismo va a su última batalla, sin muchos de los nombres que lo vieron nacer, pero con una capacidad discursiva y un relato que se fortalece rememorando las antiguas épocas del peronismo perseguido por la dictadura.

Esperemos que el electorado sea el primer juez de esta causa y demuestre en las urnas que tiene memoria.

  • Por Bryan Villalba, el apoderado de la Unión del Centro Democrático (UCEDE) 

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