“El Rey ha muerto, ¡Viva el Rey!”. “Se trata de una frase con mucha historia y que entraña una practicidad pocas veces vista. De uso ceremonial durante un extenso lapso en las comunidades europeas, particularmente en Francia, se exclamaba delante del pueblo para despedir al soberano fallecido y para reconocer de inmediato a su sucesor”, se explica en internet y se recuerda aquí por las dudas, ya que la fragilidad de memoria en Misiones, es cada vez más alarmante.

La afirmación es la piedra angular de la Renovación y la única lógica que se entiende y se respeta entre la dirigencia política del oficialismo local.

Por ello, esta verdad se aplica, se amplifica y se repite infinitamente, siempre en la versión más conveniente. Sin pudor, especialmente, por la silenciosa aceptación de los súbditos.

Ante la contundencia de los hechos, en Misiones se está en presencia de un interminable Loop de poder y traiciones, que se repite cada vez con mayor frecuencia.

Algo así: “El Rey ha muerto, ¡Viva el Rey!”. Y nuevamente; “el Rey ha muerto, ¡Viva el Rey!”… y nuevamente; “el Rey ha muerto, ¡Viva el Rey!”… y nuevamente; “el Rey ha muerto, ¡Viva el Rey!”…….

Es decir: “El Kirchnerismo ha muerto, ¡Viva el Misionerismo!”…

Y luego: “El Misionerismo ha muerto, ¡Viva el Kirchnerismo!”…

Y así…

To be continued…

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