Opinión

No confundir más: el kirchnerismo no es Peronismo

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Columna de opinión por Ramón Puerta (*)

No confundir más: el kirchnerismo no es Peronismo

Perón no bendeciría nunca el camino que hoy transita el kirchnerismo. Porque Perón hablaba del entendimiento entre el capital y el trabajo, logrado en los 90, y que ahora con este gobierno se ha derrumbado. Perón no quería “pobrismo”, quería movilidad social.  Que los pobres salgan de la pobreza a través de la dignidad del trabajo.

Para ello creo las condiciones para hacerlo posible y llevó adelante una política de unidad, no una política fracturante que es la que sostiene el kirchnerismo.

Ellos tienen una visión de Argentina que en materia económica y social atrasa 50 años (si nos referimos a los Montoneros) O a 40 años (si nos referimos al Alfonsinismo)

Perón en cambio, miraba al futuro. Adecuo su política económica en 1953 de acuerdo a las nuevas condiciones mundiales y en su última etapa, siendo un hombre grande, y poco antes de morir, nos legó su monumental obra “Un modelo argentino para el Proyecto Nacional”, en que nos habló de… futuro, con gran visión sobre el mismo.

Pues hoy vemos una simbiosis.  entre cierto radicalismo y cierta izquierda que se dice “peronista” y múltiples organizaciones de ultra izquierda tradicionalmente antiperonistas que han triturado el marco de convivencia nos señaló Perón, simbolizado en su abrazo con Balbín. Vemos caras como la de Leopoldo Moreau, al lado de Firmenich, por ejemplo. No se habla de futuro, como hizo Perón, solo se habla del pasado. Del más triste. Del más decadente.

El peronismo tiene una historia distinta, de vanguardia. Y la máxima expresión de convivencia, luego de Perón, se dio en los ‘90s con Carlos Menem, que consiguió dar vuelta la página del atraso y decadencia. Fortaleció la política, no se persiguió o denostó al que opinaba distinto. Pondero la buena gestión. Volvió a proyectar y tomar decisiones para el futuro.

Ese entendimiento ahora tambalea. Nosotros, los peronistas, creemos en el entendimiento entre el capital y el trabajo, Argentina y el mundo, oficialismo y oposición, con vigencia plena de nuestra Constitución, las instituciones, el federalismo y la justicia social.

El Peronismo es armonía, paz, concordia, entendimiento, diálogo. Es tomar como ejemplo a los países que les va bien, no a los que va mal, a los que fracasan y cada vez tienen más pobres e indigentes.

En los ‘90s exportábamos petróleo y gas, hoy lo tenemos que importar. En esa época en nueve meses licitábamos, construíamos e inaugurábamos obras. Este gobierno, en cambio, demoro 30 meses en confeccionar un pliego para un gasoducto fundamental para el desarrollo energético de la patria, para tomar un solo tema que ejemplifica el deterioro político y de gestión.

El kirchnerismo criticó al gobierno de Mauricio Macri por haber tomado créditos del Fondo Monetario que tenían un interés del 4%. En cambio, ellos tomaron créditos al 19% con la Venezuela de Chávez. Macri no hizo más que reemplazar un endeudamiento espantoso en manos de usureros de un régimen autoritario y acusado de graves violaciones a los derechos humanos, por otro brindado por un organismo internacional en condiciones mucho más favorables para la Argentina, que el otorgado por el Chavismo.

Hoy ese Fondo es el que atiende a Sergio Massa y le da recursos. Eso permite a Argentina, en la medida que se fortalezca este giro de 180 grados que debe dar el gobierno kirchnerista, un camino de entendimiento en el que vamos a salir rápido.

Si hay dos cosas parecidas son la política y el amor. En la medida que una de las dos partes no es respetada por la otra, no se construye una historia de amor. En la política, desde el 2003 en adelante, se vino agigantando la fractura. Hoy podemos decir, sin lugar a dudas, que no hay ningún mensaje de amor que invite a la convivencia. Y eso sembró el kirchnerismo.

El peronismo no tiene nada que ver con lo que hace el kirchnerismo. Cristina Kirchner, en su momento, no permitía que se hable de Perón, era muy dura y despectiva cuando se refería a él. Hoy ante la necesidad electoral, se acuerda. Ellos se dicen peronistas porque les va mal y saben que van a perder. De allí que empiecen a hablar de Juan Domingo Perón.

(*) Ramón Puerta, ex presidente de la Nación y ex gobernador de Misiones, dirigente del Peronismo Republicano

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