Opinión

Un buen error, por Walter Anestiades

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Escribe: Walter Anestiades

Un buen error, por Walter Anestiades

Mientras tanto se habla de la “nueva normalidad” que traerá aparejada la pandemia de coronavirus, en Misiones siguen ocurriendo hechos típicos de la “vieja anormalidad” que impera en la provincia desde hace más de tres lustros.

El otoño se llevó las hojas y también la barbaridad final cometida contra el cuerpo, el alma y el recuerdo de “Marilyn” Bárbaro. A quién, según unos jueces, se la asesinó pero sin “ensañamiento ni alevosía”.

Un obvio disparate  pero que siguió la corriente de las sucesivas barbaridades que esta familia obereña ha venido soportando a favor de vivir en un país en el que la impunidad llega de la mano de algo que tiene mejor prensa que el dinero y el status social: los votos.

Repasemos la cronología de lo ocurrido, a favor de sospechar cómo fue posible que el femicidio ícono de la Misiones feudal quedara reducido a una triste efeméride que se lamenta en las redes sociales con la fuerza argumentativa que dan los emoticones.

  • El domingo 28 de septiembre de 2003 Carlos Rovira fue reelecto gobernador pero ya no por el justicialismo, sino por el denominado Frente Renovador, surgido tras las mejicaneadas perpetradas por Rovira contra el peronismo y por un joven Maurice Closs contra el radicalismo que conducía. El presidente Néstor Kirchner, en su interna con Eduardo Duhalde, apoyó decididamente a Rovira. Unos 216 mil misioneros, el 48% del electorado, los avaló. También triunfaron en Oberá, de la mano de Ewaldo Rindfleisch.
  • Rovira fue armando su corte. Personas como el ex apoderado del Frente Renovador o su ex maestra de Biología, entre otros, pasaron a integrar el Superior Tribunal de Justicia.
  • El sábado 17 de abril de 2004 María Elena “Marilyn” Bárbaro, una mujer de 54 años de edad con secuelas físicas de la epidemia de poliomielitis que azotó a la Argentina en 1.956, fue asesinada en su casa en Oberá. Según la autopsia, cuando la enterraron en el sótano, aún vivía. La causa judicial tuvo cinco procesados: Matías Ortiz, Gabriel Piotroski, Patricio Do Santos, Daniel “Chaparro” Núñez y Rubén Oscar Schnimg, todos jóvenes locales. Ortíz era hijo de una diputada provincial oficialista, la abogada obereña Marlene Carvallo. Toda Oberá recuerda cómo se manejó la escena del crimen.
  • El domingo 23 de octubre de 2005 la renovación logró algo que iba a ser sustantivo en la construcción de su poder omnímodo: obtuvo la mayoría legislativa en la Cámara de Representantes. En los dos años anteriores esa mayoría había seguido en manos del por entonces opositor justicialismo en una cámara presidida por Luis “Lucho” Viana. Unos 190 mil misioneros le dieron el control parlamentario a la renovación, el 42% del electorado. El oficialismo también ganó en Oberá, la ciudad de Marilyn.
  • A fines de 2005 el juez que investigaba el crimen, Horacio Alarcón, fue denunciado ante el Jurado de Enjuiciamiento por el abogado Julio Carballo, tío de Ortíz. El propio presidente del Superior Tribunal de Justicia, y también de ese jurado de enjuiciamiento, Jorge Rojas, retuvo el expediente del crimen de Marilyn que tenía Alarcón para “fotocopiarlo y distribuirlo entre los otros integrantes del jury. Alarcón se apartó de la causa, que pasó a manos de la jueza Gauchat. Se pidió el juicio político de Rojas, pero en 2006 la mayoría oficialista de la Cámara de Representantes lo salvó de la destitución.

-El martes 21 de marzo de 2006 el Jurado de Enjuiciamiento destituyó al fiscal de estado Lloyd Jorge Wickström, enfrentado con Rovira, por “mal desempeño de sus funciones”. El fiscal de estado es quién ejerce funciones de contralor constitucional. Una de las integrantes del jurado era la diputada Marlene Carballo.

  • El domingo 29 de octubre de 2006, de la mano del padre Joaquín Piña, el Frente Unidos por la Dignidad le ganó a Rovira en su intento por perpetuarse en el Poder Ejecutivo. Le ganó tanto en la provincia como en Oberá. Unos 250 mil misioneros, el 57% del electorado, forzaron al también derrotado presidente Néstor Kirchner a ordenarle a los entonces gobernadores de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, y de la provincia de Jujuy, Eduardo Fellner, que archivaran sus proyectos de re-re indefinida como el de Rovira. Un Rovira que debió usar su astucia para conseguir lo mismo pero en otro poder del estado. Y lo consiguió.
  • El domingo 28 de octubre de 2007 el renovador Maurice Closs fue electo gobernador con 171 mil votos, el 38%. A su vez Carlos Rovira, encabezando la lista de candidatos a diputados provinciales, ganó los comicios con el apoyo de 168 mil misioneros, también el 38%. El 10 de diciembre de ese años Rovira fue ungido presidente de la Cámara de Representantes. Luego fue reelecto en 2011, en 2015, y en 2019. Y la última vez se comió un caramelito muy rico: fue votado titular del parlamento por unanimidad, 39 a 0, con el voto de los “opositores” del radicalismo, del PAyS, y del PRO. En Oberá, de la mano del alcalde kirchnerista Ewaldo Rindfleisch (¿alguien se había olvidado que Rindfleisch era kirchnerista?), Closs perdió con el candidato del Frente para la Victoria Pablo Tschirsch.
  • En octubre de 2008 la jueza obereña Alba Kunzmann de Gauchat (la misma que hoy tiene los expedientes de las denuncias contra Rindfleisch), sobreseyó y ordenó la liberación de cuatro de los cinco imputados por el crimen: Ortiz, Piotroski, Núñez y Do Santos. Solo Schnimg, el único que había confesado estar la noche del femicidio en la escena del crimen, permaneció imputado. Estuvo preso siete años y, tras pagar una fianza, quedó libre en enero de 2011 (decisión de la entonces jueza subrogante Marta Arrúa) a la espera de un juicio público que no llegó nunca.
  • El domingo 26 de junio de 2011, cuando descendió River Plate, Maurice Closs ascendió más que nunca: fue reelecto gobernador por 373 mil misioneros y obtuvo el 75% de los votos, con una diferencia de 69 puntos porcentuales sobre los segundos: Claudio Wipplinger, de Trabajo y Progreso, y Luis Pastori, radical, quiénes sacaron el 6% de los sufragios cada uno. Es el triunfo electoral más holgado de la historia democrática misionera.
  • El domingo 25 de octubre de 2015 el renovador-y obereño por adopción-Hugo Passalacqua, nominado al cargo por Rovira, fue electo gobernador con 400 mil votos, el 64%. También arrasó en su ciudad, Oberá.
  • Durante todos esos años Juana “Ticha” Bárbaro, una de las hermanas de Marilyn, se puso la causa al hombro y, dando lecciones cívicas inolvidables, organizó marchas y pedidos de justicia, fue parte sustantiva del FUD victorioso de 2006, y buscó apoyos por todos lados. Pero, angustiada por ver como a quiénes divisaba como responsables políticos del encubrimiento del crimen de su hermana se entronizaban en el poder a fuerza de votos, se fue quedando con muy poca compañía. En julio de 2017 falleció de cáncer en Buenos Aires.
  • El domingo 2 de junio de 2019 otro renovador apuntalado por el dedo de Rovira, Oscar Herrera Ahuad, resultó vencedor en los comicios para gobernador con 495 mil sufragios, el 72%. Y Rovira fue reelecto diputado provincial en una lista que obtuvo 491 mil votos, el 73%. También arrasaron en Oberá, de la mano del nuevo alcalde, Carlos Fernández.
  • Pasó mucho tiempo hasta que a fines de 2019 Schnimg acordó con el fiscal Elías Bys un juicio abreviado y un cambio de calificación. Los integrantes del Tribunal Penal de Oberá, los jueces subrogantes Jorge Villalba, Mónica Drganc Fernández y Graciela Heppner lo condenaron a trece años de cárcel. Hace poco dos de ellos, con la excepción de Heppner, consideraron que en el asesinato no hubo alevosía. Schnimg, con los años que ya pasó preso sin condena, hoy está en una cárcel de Oberá pero saldrá pronto.

Hoy, el pueblo misionero y obereño no encuentra palabras para expresar su indignación con todo lo ocurrido. Y, como no encuentra palabras, usa emoticones. Otros se solidarizan en silencio, un clásico de la provincia y de la ciudad.

 “Soy un buen error. Cométeme”, escribió esa gran poeta nacional que fue Alejandra Pizarnik.

La renovación debe ser un buen error que, vaya uno a saber, hasta cuándo la mayoría de los misioneros seguirán cometiendo.

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