APÓSTOLES. La hipótesis del “gatillo fácil” toma mayor fuerza en la investigación del crimen de Luciano Villalba (18) asesinado de un disparo en el tórax en el barrio Cantera, presuntamente, por un arma reglamentaria en el marco de un sangriento operativo policial.
Este viernes, el Juez de Instrucción N° 4 de Apóstoles, Miguel Angel Farías, ordenó la detención de cuatro policías involucrados en la causa por los delitos de “abuso de autoridad” y “homicidio agravado”, en el marco del asesinato del joven, ocurrido en la madrugada de ayer jueves. Los uniformados quedaron detenidos en calidad de incomunicados.
El magistrado dispuso también el secuestro de sus armas reglamentarias de los detenidos, para el peritaje correspondiente. De acuerdo con fuentes consultadas, los detenidos desempeñan funciones la Seccional Primera y del Comando de Apóstoles.
En tanto, se supo que se realizará pruebas de parafina a los ocho uniformados que participaron del operativo policial en el que fue asesinado Villalba.
De acuerdo con fuentes consultadas, el juez Farías busca establecer si la bala que terminó con la vida del joven pertenece a la policía, o proviene de otra arma de fuego. La autopsia reveló que el cadáver de Luciano presentaba un orificio de bala, con entrada en el hombro derecho y salida en la axila izquierda.
Los restos fueron entregados a sus familiares y esta tarde serán inhumados en el cementerio local luego del velatorio.
Pérez defendió su gestión, sacudida por los casos de gatillo fácil
Mientras la investigación se desarrolla en cerrado hermetismo, el Ministro de Gobierno de la Provincia, Marcelo Pérez, opinó sobre el caso: “En esta gestión hemos dado muestras claras de que jamás apañamos ni apañaremos al mal policía”, dijo el cuestionado funcionario fue durante un acto de entrega de sables en el Instituto Universitario.
Como era de esperarse, Pérez prefirió evitar el problema del incremento de los casos de gatillo fácil y hasta, posibles ejecuciones de testigos, acaecidas en los últimos meses, como ocurrió en los casos de Víctor Marquez Dos Santos (16) en Santa Ana y Reinaldo Andrade (37) en San Vicente.
En ambos casos, claramente vinculados al ocurrido en el barrio Cantera, los informes policiales preliminares exculpaban a los uniformados homicidas. Y en ambos crímenes, la Jefatura tuvo que disponer el descabezamiento de la Comisarías y Unidad Regional interviniente. No sería de extrañarse que, si se confirma que Villalba murió por un disparo policial, también sea descabezada la Unidad Regional VII de Apóstoles.