PUERTO RICO. Según informó Jefatura este jueves, el modus operandi de agregar tanques de combustible extras en los vehículos para poder trasportar esta sustancia inflamable y luego venderla, es una actividad muy recurrente en Misiones. Y es una práctica sumamente peligrosa tanto para los conductores como la de terceros, debido no solo a las posibilidades de ignición, sino también por la inhalación de los vapores de estos productos, que son altamente nocivos para la salud.
De acuerdo con el parte oficial, la Policía de Misiones lleva adelante diferentes controles vehiculares en rutas, calles y avenidas de la provincia, con el fin de concientizar y prevenir este tipo de actividad.
Así, en un procedimiento realizado este miércoles por la tarde, agentes de la División Comando Radioeléctrico de Puerto Rico interceptaron sobre la calle Verbo Divino un Ford Fiesta. Al requerirle las documentaciones al conductor del mismo, notaron los vapores inflamables que prevenían de la parte inferior del rodado. Y observaron además que el líquido se vertía en el asfalto.
Por consiguiente, le solicitaron al automovilista la apertura del baúl. Allí notaron que transportaba bidones con combustible, los cuales no estaban homologados.
En consecuencia, el magistrado interviniente ordenó que el automotor quede secuestrado junto con el combustible. Y que al conductor de 31 años le labren el acta de infracción correspondiente.