[vc_row][vc_column][vc_column_text]El joven de 18 años se llevó la máquina de coser de la casa de su abuela y la vendió. Pocos días antes fue denunciado por amenazar a su familia y debía acatar una prohibición de acercamiento. Ahora la comisaría 13ª lo apresó por hurto y desobediencia judicial.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”112993″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El sábado, en horas de la mañana, los efectivos de la comisaría 13ª tomaron la denuncia de María del Pilar A. (71), vecina de la calle 112, quien manifestó que desconocidos ingresaron a su domicilio y le sustrajeron una máquina de coser eléctrica, además de otros accesorios de confección.
Le pareció llamativo que el ladrón no ocasionó siquiera desorden en el inmueble, por lo que dejó entrever que se movió con facilidad por la casa.
Tomando los datos de la denunciante, la Policía observó las características del aparato y las sospechas que tenía la damnificada acerca del ladrón. En ese marco, los uniformados establecieron contacto con un comerciante de la avenida Chacabuco, quien admitió haber comprado “de buena fe” la máquina de coser. A su vez, cuando se le consultó por el “vendedor” apuntó a “Ramoncito”, el nieto de la denunciante.
Inmediatamente, los policías fueron por el joven de 18 años, quien terminó detenido por el presente hurto y por desobediencia judicial, ya que se le había notificado de la prohibición de acercarse al domicilio de su abuela.
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