El ministro de Gobierno de Misiones, Marcelo Pérez, rechazó las versiones difundidas que hablaban de un posible “golpe comando” en el asesinato del suboficial Mauricio Miñarro, ocurrido en la mañana del lunes en la comisaría de Eldorado. A través de sus redes sociales, el funcionario expresó su más profundo pesar por la muerte del cabo y aclaró que, hasta el momento, no existen pruebas que respalden la teoría de un ataque de bandas organizadas.
“Desmentimos categóricamente las versiones que sugieren un golpe comando. El hecho está siendo investigado por las autoridades competentes, y pedimos respeto por la familia en este difícil momento”, señaló el funcionario provincial. La hipótesis de un posible ataque organizado había ganado relevancia en la opinión pública, pero las autoridades provinciales insisten en que las investigaciones se centran en otras líneas de indagación.
Según los informes preliminares, el suboficial Miñarro presentó dos impactos de bala, uno en el brazo y otro en el pecho (aunque periodistas de Eldorado señalaron a MisionesCuatro que tenía un disparo en la cabeza). Las pericias realizadas en el lugar del hecho y el barrido de las cámaras de seguridad no confirmaron la presencia de vehículos o personas ajenas en la comisaría, lo que sugiere que el crimen podría estar vinculado a cuestiones internas, más que a un asalto de una banda organizada, informaron en un parte de prensa oficial.
Además, las autoridades confirmaron que se encontraron irregularidades en los registros de la sede policial y que se están llevando a cabo investigaciones para determinar responsabilidades sobre el resguardo de elementos institucionales, como armas de fuego, que podrían estar involucrados en el hecho. A pesar de esto, la hipótesis de un robo o un crimen con motivos personales no se descarta.
La jefatura de Policía instruyó a la Dirección de Asuntos Internos para que continúe con las actuaciones necesarias para esclarecer lo sucedido. Por su parte, agentes del área de Homicidios e Investigaciones Complejas están analizando las últimas horas de servicio del suboficial y del resto del personal que debía encontrarse en funciones en el destacamento.