CAPIOVÍ. El jefe a cargo de la comisaría de la localidad de Capioví Luis Alberto Salazar, fue apartado del cargo y está bajo investigación por el juez de Puerto Rico, Manuel Balanda Gómez, por la supuesta comercialización de vehículos secuestrados bajo custodia en el predio de la dependencia.

El escándalo estalló este jueves, con los allanamientos y otras medidas procesales dictadas por el juez en el marco de la causa. Balanda Gómez investiga al personal de la comisaría por el robo y venta de autopartes de vehículos alojados en la dependencia.

En la mañana de ese día, varias patrullas de Gendarmería Nacional no solo allanaron la comisaría del pueblo sino que hicieron lo mismo en la casa del comisario. Y en otros domicilios en los que se creía podrían encontrar algunos de las autopartes faltantes.

Uno de los lugares allanados fue un taller mecánico. En tanto, trascendió de la causa que, en las demás casas particulares allanadas, en algunos casos, los propietarios entregaron lo que supuestamente compraron de buena fe al propio jefe policial de la localidad.

Cómo empezó la investigación

La causa se inició con la denuncia de un subalterno de Salazar, quien tendría una fuerte interna con el comisario y, aparentemente, iba a ser trasladado. El uniformado acudió a sus superiores regionales al notar el faltante de algunas motos secuestradas por infracciones al tránsito. Entre otras irregularidades, según la denuncia.

En ese cuadro de situación el juez de instrucción Balanda Gómez, pidió colaboración a la Gendarmería para avanzar con la causa. Según trascendió dueños de vehículos que estuvieron a resguardo en la comisaría de Capioví, denunciaron el faltante de repuestos y accesorios. Notaron las irregularidades al momento de retirar los vehículos. Pero las denuncias de estos propietarios llegan con la intervención de la justicia y de la Gendarmería.