COMANDANTE ANDRESITO. Este lunes, en una vivienda situada a la vera de la ruta Nacional 101, la Policía halló el cuerpo del prófugo Antonio Garayo (43). Estaba sindicado como el autor del homicidio de Juan Farjat, ocurrido el pasado 2 de abril en una reserva privada situada en el paraje María Soledad.

Cerca de las 10 hs, tras el llamado de un vecino, efectivos de la comisaría de Andresito llegaron al inmueble ubicado en la zona de la reserva Karadya. Y allí constataron que en su interior estaba el cuerpo colgado del principal sospechoso del crimen mencionado.

Según el parte oficial de Jefatura, preliminarmente se presume que se trató de un suicidio por ahorcamiento.

Cabe recordar que Garayo era intensamente buscado por la Policía. De acuerdo a las pesquisas, en las últimas horas regresó a su domicilio donde luego, lo encontraron ahorcado.

Investigadores de la Unidad Regional V trabajan en el lugar, con intervención del Juzgado de Instrucción Nº 3 de Puerto Iguazú.

Un asesinato enmarcado en la violencia de género

El pasado jueves 2 de abril a las 16 hs, efectivos de la comisaría de Andresito tomaron conocimiento del deceso de Juan Farjat de 31 años de edad. La Policía cnstató el deceso en el hospital Samic de esa localidad, donde el hombre había sido trasladado por otras personas con lesiones cortantes.

Según las primeras averiguaciones, el autor del hecho irrumpió violentamente en la reserva donde se desempeñaban laboralmente su ex pareja Graciela S. y Juan Farjat, el jefe de la mujer. Primero atacó a Graciela con un machete, provocándole una herida cortante en la frente.

Luego, Farjat trató de solicitar auxilio montado en un cuatriciclo, pero fue interceptado por Garayo, que también lo acometió a machetazos. Le provocó heridas letales, aunque esto no impidió que Farjat se contacte con un guardaparques para que asistan a Graciela.

Garayo estaba denunciado por violencia de género y por amenazar de muerte a Farjat y a su ex pareja. Por esa causa estuvo un tiempo preso. Y recuperó la libertad con la prohibición de acercamiento tanto hacia la mujer, como hacia a quien sería su víctima.

En los días previos al asesinato, ya había violado la restricción judicial y el cuestionado juez de instrucción de Iguazú, Martín Brites, habría firmado una orden de captura. Pero los uniformados no encontraron a Garayo, quien pudo así, cometer el crimen.