Todo sucedió alrededor de las 14 horas en la chacra 128, cuando el sistema de emergencia 911 recibió el llamado desesperado de una madre de 31 años, manifestando que su hija presentaba dificultades para respirar luego de atragantarse con un “caramelo duro”.
Inmediatamente, el operador de 911 alertó al oficial auxiliar Eduardo Piris, al sargento primero Luis Aquino y la cabo Andrea Gauna, quienes se dirigieron al lugar y visualizaron a la pequeña que no podía respirar. El tiempo apremiaba, pero los uniformados apelaron a sus conocimientos en primeros auxilios y comenzaron a realizarle la maniobra de Heimlich.
Minutos después, la niña logró expulsar el objeto que obstruía sus vías aéreas. Luego fue trasladada al hospital local, donde tras el examen médico no refirió lesión alguna y tras recibir el alta, la pequeña volvió a su hogar con la familia.
Seguí leyendo