Una lancha que se desplazaba por el río Paraná tuvo un desperfecto en el sector donde está el motor, la pared de la popa. Con gran esfuerzo su conductor debió apurar las acciones para llevar la embarcación hacia la costa antes de hundirse. La maniobra resultó exitosa y logró ponerse a salvo así como mantener a flote la nave.

Según expertos, “se rompió el espejo, donde va calzado el motor. Se rompe eso y se inunda en cortísimo plazo”.

Explicaron, además, que se trata de una las partes de la embarcación “que más resistencia el peso tiene por el motor, la pata y sus vibraciones”.

Para evitar el hundimiento de la lancha los efectivos del Destacamento Seguridad Costanera consiguieron una soga con la cual se logró sujetar la embarcación y traerla hasta las piedras de la orilla.

No hubo heridos.