BUENOS AIRES. Confirmado el envío del proyecto del Ejecutivo Nacional para la Interrupción Voluntaria del Embarazo, a través de declaraciones de Vilma Ibarra, secretaria de Legal y Técnica, comenzaron las especulaciones respecto de si están los votos para que se apruebe la iniciativa. En principio, los “verdes”, como se conoce a los legisladores pro-legalización, cuentan con los números para una sanción en la Cámara de Diputados.

De acuerdo con Parlamentario, por la fallida experiencia de los que buscaron la legalización del aborto en 2018 y por los números muy finos del oficialismo en el Senado, todo apunta a que el Ejecutivo presentará el proyecto en la Cámara baja. Ello más allá de que, en los papeles, la vicepresidenta Cristina Kirchner también impulsaría el proyecto en el Senado. Lo que sería un giro de 180 grados en sus posturas frente al tema. Durante los últimos años de su gobierno, la entonces presidenta ordenó a los diputados oficialistas, vaciar las comisiones que podrían haber tratado la iniciativa. Es decir, bloqueó la legalización cuando tenía mayoría en ambas Cámaras.

Lo cierto es que, actualmente, la balanza está inclinada a favor de los “verdes”, al menos en la Cámara baja. Según el punteo de Parlamentario, hay 121 votos afirmativos y 106 negativos. No obstante, tal como sucedió hace dos años, la llave de la votación está en los indefinidos, 29 en total.

Los últimos dos cambios en la conformación de la Cámara no alteraron el panorama, ya que los reemplazos fueron “verdes” por “verdes”: Guillermo Carnaghi por Darío Martínez -asumió en la Secretaría de Energía-, y Alcira Figueroa por Juan Ameri -renunció tras el escándalo de la escena erótica conocida como “Porno-zoom”-.

En el mote de los indecisos, hay tres que en la campaña electoral de 2019 propusieron realizar una consulta popular: son los mendocinos Alfredo Cornejo -titular de la UCR- y su par Jimena Latorre, y el cordobés Carlos Gutiérrez, jefe del bloque que responde al gobernador Juan Schiaretti.

Los indefinidos de la oposición y el cambio de Aída Ayala

Entre los indefinidos también se encuentra Sebastián García De Luca (Pro-Buenos Aires), que estaría a favor de la despenalización del aborto. Pero tiene dudas con la legalización. También por Juntos por el Cambio, el pampeano Martín Berhongaray (UCR) siempre se mostró ambiguo.

Otros dos casos para señalar son los de la chaqueña Aída Ayala -votó a favor en 2018 pero luego dijo que se arrepintió- y la cordobesa Alejandra Vigo -la única que se abstuvo en aquella oportunidad-. También son incógnitas la exgobernadora catamarqueña Lucía Corpacci y el mendocino Alejandro Bermejo, ambos del Frente de Todos.

En la lista de diputados que no se pronunciaron públicamente sobre el tema figura Mariana Zuvic (Coalición Cívica), espada de Elisa Carrió, una firme detractora del aborto legal. Tampoco se conoce la postura del “lavagnista” Jorge Sarghini y de los radicales Gerardo Cipolini, de Chaco; Ximena García, de Santa Fe; Jorge “Colo” Rizzotti, de Jujuy; y Víctor Hugo Romero, de Córdoba.

Los indecisos del Frente de Todos

Finalmente, por el Frente de Todos hay 14 integrantes entre signos de interrogación, provenientes de provincias variadas. La tarea de juntar los votos al interior del bloque está cargo, principalmente, de su secretaria parlamentaria, Cristina Álvarez Rodríguez, y de la presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidades, Mónica Macha.

Entre los oficialistas que esquivaron pronunciarse está ni más ni menos que el titular de la Cámara, Sergio Massa. Justamente, quien puede desempatar la votación. La semana pasada recibió a la Campaña por el Aborto Legal, por un lado, y a Unidad Provida, por otro. El tigrense busca mostrar equilibrio y apertura en el debate. Pero lo sigue de cerca su esposa, Malena Galmarini, que está a favor.

Los 257 diputados se completan con José Ignacio De Mendiguren, quien se encuentra de licencia por su cargo en BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior). En 2018, tras confesar que su postura original era otra, días antes de la sesión confirmó su acompañamiento. Llegado un caso extremo, podría volver a ocupar su banca.