Los gobernadores serían los beneficiados de la Reforma

[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”150620″ img_size=”full” title=”Gobernadores y legisladores junto al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun y el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio”][vc_column_text]El economista Manuel Adorni, explicó que buena parte de los fondos que los jubilados no van a cobrar con el cambio en el sistema de actualizaciones, será enviado a las provincias, como lo estipula el Pacto Fiscal 2017. Adorni insistió en que las reformas que propone el gobierno, son insuficientes para resolver el problema del déficit previsional o la falta de inversión.[/vc_column_text][vc_column_text]CAPITAL FEDERAL. Los gobernadores son los principales beneficiarios de la Reforma Previsional, según el economista Manuel Adorni. Según detalló el docente universitario, el dinero que no van a cobrar los jubilados en 2018, por el cambio en el cálculo de las movilidades, es el que será redireccionado a las provincias. Esto explica por qué los mandatarios provinciales estaban exultantes tras la firma del Pacto Fiscal 2017.

Adorni explicó que la fórmula existente para las actualizaciones de jubilaciones, pensiones y Asignación Universal por Hijo, se efectuaba por una fórmula semestral que combinaba la recaudación con las movilidades de los salarios. “La nueva fórmula es trimestral y combina los índices de inflación con el nivel salarial. Deja afuera de la ecuación, los índices de recaudación”, subrayó el economista.

En este sentido, el economista sostuvo que con la fórmula anterior, en los años en los que la inflación superaba a la recaudación, los jubilados perdían poder adquisitivo. Sucediendo lo contrario cuando se daba la situación inversa.

“Cuando uno habla de uitarle un peso al jubilado, eso es doloroso. Pero hay que reconocer que es recortar los gastos por el lado más fino y más rápidamente. Es un ahorro difícil de estimar, pero serían unos 100 mil millones de pesos”, puntualizó Adorni, dando por tierra con los planteos de Cambiemos sobre este tema. “O sea, es, por año, un tercio del déficit de las cajas jubilatorias”, abundó.

El tema de la quita a los jubilados, se convierte en un problema semántico. “En términos reales, no hay recorte. Los jubilados van a seguir ganándole a la inflación y se estima que en 2018, estarán entre 4 y 5 puntos por encima (del costo de vida). Pero si se hubiese mantenido la fórmula anterior, la ganancia real hubiera sido mayor”, indicó el economista.

Según Adorni, la discusión de fondo sobre la reforma del sistema previsional no pasa por el cambio en la fórmula de actualización. Sin que el quid de la cuestión gira en torno a lo que el Estado hace con los aportes. “Anses se ahorra 100 mil millones de pesos, pero ¿para qué lo hace? ¿Recapitalizar el sistema y hacerlo sustentable y evitar que vuele por los aires en 10 o 20 años? O lo vamos a repartir entre los gobernadores para seguir haciendo política, contribuir al gasto público de los estados provinciales y con la política (partidaria) ganándole a la sociedad”, fustigó Adorni, lapidario. “Nos quedamos con sabor a poco en esta reforma”, dijo.

“¿Valió la pena o sólo es un parche para patear el problema hacia adelante?”, se preguntó el economista, en diálogo con MisionesCuatro. El déficit de la Anses, va a seguir siendo deficitario a 200 mil millones de pesos (anuales)”, aclaró Adorni.

En esta línea, el docente universitario pidió una reforma más profunda sobre el sistema de reparto, que para él implica que los trabajadores aportantes, no estén ahorrando para sus jubilaciones. “El jubilado no aportó sobre toda su vida, sino que pagó impuestos toda su vida y pagó los haberes de los jubilados. El sistema es perverso y sigue siendo inviable a mediano plazo”, sentenció.

Sin embargo, los gobernadores –salvo el puntano Rodríguez Saá- acompañaron la reforma porque son los principales beneficiados de la poda a la Anses. “Cuando se dio el Pacto Fiscal, gobernadores y presidencia estaban festejando, faltó explicar por qué festejaban. Resulta imposible que todos queden conformes. Faltaba decir que el dinero iba a salir del recorte a la Anses”, argumentó Adorni, echando luz sobre este escabroso tema.

Y fue más allá al plantear que “los gobernadores han sido los amplios ganadores” y que “reacomodar las cajas provinciales es el puntapié inicial para la lucha en las elecciones del 2019”.

De acuerdo con Adorni, “desde hace décadas necesitamos grandes reformas estructurales que estamos discutiendo tibiamente”. En esta línea, el economista planteó que se está discutiendo tibiamente la Reforma Tributaria y si antes de cada reforma, “medio Buenos Aires va a quedar destruido, no vale la pena” una reforma que no sea estructural. Vinculado a esto, el especialista indicó que con la Reforma Fiscal que se plantea, tardaríamos 50 años en igualar los niveles de presión fiscal de Chile, un país competidor de Argentina en la región.

“Estamos cerca de ser inviables. Este año tenemos 5 puntos de Déficit Fiscal, un nivel de presión impositiva único en el mundo, falta de inversión y de empleo. Y niveles de inflación entre los cinco más altos del mundo”, subrayó Adorni.

Retomando el tema de la Reforma Previsional, el economista insistió en que “quedó con sabor a poco, por todo el desbarajuste social y político”. Al tiempo que explicó: “Hace 20 años, había 3 trabajadores por cada jubilado. Hoy, apenas hay uno y media por cada jubilado. Las cuentas no cierran y lo que se aprobó hoy no alcanza para que dentro de 20 años sea saneado el sistema”, advirtió.

Para el final, Adorni se mostró más bien lúgubre respecto del “gradualismo” que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri y planteó que otros gobiernos que adoptaron idéntico criterio, terminaron en crisis escalofriantes. Según Adorni, los planes gradualistas en la historia argentina, no han dado buenos resultados. Y ubicó entre proyectos gradualistas, al plan del ministro de la Dictadura Militar, Martínez de Hoz, al ‘Rodrigazo’, a la hiperinflación de 1989 durante el gobierno de Raúl Alfonsín y a la Crisis del 2001 con el radical Fernando De La Rúa. “Lo peor no es el costo político de las medidas gradualistas, porque eso se supera con el repunte económico. Lo que queda es la pobreza. En los últimos 40 años, hemos multiplicado por seis, la pobreza, que pasó del 5 al 30%, con estas políticas gradualistas”, sentenció el economista.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]