BUENOS AIRES. Alberto Fernández analiza rechazar todas las renuncias que les presentaron ministros y funcionarios que responden a Cristina Kirchner y seguir con la postura de no hacer ningún cambio de gabinete. Por lo menos, hasta después del 14 de Noviembre, cuando se realicen las elecciones legislativas generales.
La dura derrota del Frente de Todos en las PASO del domingo, cayendo en bastiones otrora inexpugnables como Santa Cruz, llevó al kirchnerismo a presionar al presidente para que eche a Santiago Cafiero y Martín Guzmán. En el entorno de Cristina Kirchner, señalan a ambos ministros como los culpables de la debacle electoral.
La eyección de Guzmán y de Cafiero, sería la primera medida para dar respuesta a los reclamos de una mejor gestión que reclama la vicepresidenta, muy nerviosa ante la posibilidad de perder el quórum propio en el Senado. Pero sería el principio de una intervención ultrakirchnerista en el gabinete de Alberto.
En este contexto, como el mandatario avisó que no pensaba hacer cambios hasta después de las generales de noviembre, le presentaron todos los funcionarios kirchneristas. Pero el presidente está dispuesto a seguir en la misma línea. Y no aceptar ninguna renuncia.
“Creo que es un error serio exponer las diferencias así, en un momento así, es una locura”, dijo Fernando “Chino” Navarro a Radio con Vos. Según LPO, Navarro, un funcionario de la jefatura de gabinete y referente del Movimiento Evita, está alejado del kirchnerismo duro.
La segunda jugada complementaria del “albertismo” es que los ministros más referenciados con el presidente también presenten sus renuncias. Así lo hizo el Ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis, el ex intendente de lalocalidad bonaerense de San Martín. Lo que buscan es licuar la movida de Cristina, catalogada de “golpe” incluso por parte de funcionarios de la Rosada.
Por el momento, es una incógnita la posición que adoptará Sergio Massa y sus laderos. Es el tercer gran socio del gobierno del Frente de Todos. De aquí en adelante, cómo continuará la relación entre funcionarios en el gobierno, es una incógnita. Lo mismo ocurre con el vínculo entre el presidente y la vicepresidente.
