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Barrios de Pie: Candidata a Diputada Nacional reveló cómo dan de baja los planes

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Miriam Barboza aseguró que la apartaron de MuMaLá por no estar de acuerdo con el manejo de planes en Barrios de Pie y dio detalles de las maniobras. “Hay gente más arriba que se está beneficiando de la pobreza”, advirtió.

Barrios de Pie: Candidata a Diputada Nacional reveló cómo dan de baja los planes

POSADAS. Miriam Barboza, ex coordinadora de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) y candidata a Diputada Nacional por el Frente Consenso Federal, visitó los estudios de Misiones Cuatro y aportó detalles sobre las maniobras que existen en torno a los planes sociales, los salarios complementarios y la organización Barrios de Pie.

“Voy a hablar de mi experiencia en MuMaLá, donde entré por Barrios de Pie y después, formando parte de la Mesa Provincial de Libres del Sur. De los otros movimientos y personas no puedo hablar”, aclaró antes de iniciar su relato.

“Yo no me considero más que una mujer que trata de defender los derechos de otras mujeres que no pueden hacerlo. Tenía un grupo en Facebook que se llamaba ‘Toma mi mano, no estás sola Misiones’, me capacité en violencia de género y en técnicas de urgencias médicas. De ser nadie, presenté un proyecto, llegué a Fabricio Tejerina, y me propusieron coordinar MuMaLá. Empecé a trabajar con mujeres que, por detrás de sus coordinadoras, se animaban a contarme cómo era la cosa”, reveló.

Según Barboza, las declaraciones más recurrentes eran: “Tengo que cuidar a mis hijos, pero si no voy, me descuentan. Para entrar, tengo que poner tanto. Me tengo que comprar el pantalón o me descuentan. Si no voy con el uniforme, me descuentan”.

“Yo me ponía a sacar cuentas y no me daban los números. Cobrando 4.500 pesos, nunca iban a salir de la pobreza”, manifestó.

Violencia y explotación

Barboza decidió romper el silencio para defender a las mujeres de los barrios que se encuentran en un completo estado de vulnerabilidad, “Muchas tienen a sus familias a cargo, son maltratadas y golpeadas, reciben un salario complementario y están siendo doblemente violentadas”, sostuvo.

“A veces, las mujeres que sufren violencia, no tienen trabajo y sólo pueden acceder a un salario complementario. De repente, no tienen con quién dejar a los hijos para ir a una marcha y tienen que ir con sus niños a cuestas en el rayo del sol, con lluvia o con frío”, expresó.

“En la deshumanización que hay en la explotación de estas personas es donde no tenemos que callarnos más”, dijo Barboza.

La gota que rebalsó el vaso

“Yo ya tenía pensado retirarme, pero hubo algo que me llamó la atención y es un delito. Si me callo, soy cómplice”, sostuvo Barboza.

“Cuando llamás por teléfono a un 0-800, haciéndote pasar por una persona diciendo que perdiste la tarjeta para que la bloqueen, para que no cobres porque no fuiste a la marcha o a trabajar; para mí es un delito”, denunció.

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