Política

Candidato renovador de Garupá, denunciado por usurpar una vivienda cuando la propietaria salió de viaje

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Mirtha García volvió a cuestionar al poder judicial, a los abogados que contrató y en particular al estilista Mariano Celestino, que ahora se postula como candidato a concejal por un sublema renovador encabezado por un reconocido médico de la comuna. “Encima que mi hijo y yo estamos prácticamente en la calle, ese señor está lucrando y hace sus reuniones políticas en mi casa”, disparó.

Candidato renovador de Garupá, denunciado por usurpar una vivienda cuando la propietaria salió de viaje

GARUPA. Un conflicto por vivienda termina metiéndose en la campaña electoral de cara a los comicios del 7 de mayo en Garupá, donde el cuestionado alcalde renovador Luis Ripoll, buscará una nueva reelección. Este jueves, Mirtha García volvió a denunciar públicamente a Mariano Celestino, un estilista a quien acusa de haber usurpado su vivienda aprovechando que ella había viajado al interior de Misiones para acompañar a su hija durante su embarazo.

Y reveló que Celestino se presenta como candidato a concejal de Garupá en un sublema de la Renovación K que encabeza un reconocido médico del pueblo. Por lo que, en el marco de la campaña, Celestino estaría usando el inmueble presuntamente usurpado, para reuniones políticas.

“El contrato ya está rescindido por falta de pago, porque el señor hace un año y medio que no está pagando”, cuestionó García, insistiendo en que Celestino “está usurpando parte de la casa que no corresponde de acuerdo con el contrato de alquiler”.

De acuerdo con García, el inquilino que debería ser desalojado por incumplimiento de contrato, ahora está participando activamente en política en un sublema renovador. “Cómo la vida es tan injusta para algunos, que (Celestino) es candidato a concejal de Garupá con un reconocido médico de la ciudad”, lanzó la mujer.

“Encima que mi hijo y yo estamos prácticamente en la calle, ese señor hace sus reuniones políticas en mi casa”

“Necesito mi casa con urgencia, si los abogados supieran hacer su trabajo, yo no tendría que dar mi cara públicamente”, bramó la mujer, insistiendo en que necesita la casa para ella y su hijo menor de edad,
“como corresponde”.

En réplica a una medida judicial que interpuso Celestino contra ella, García consideró que esta es una “demanda sin sentido”, y en el momento de presentarla “dejó de pagar” el alquiler. “No llegamos siquiera a una audiencia como para que la jueza diga que no tiene que pagar la cuota mensual”, afirmó la damnificada.

“Encima que mi hijo y yo estamos prácticamente en la calle, ese señor está lucrando con mi casa, hace sus reuniones políticas. Ya le intimé para que salga y no quiere salir”, acusó García al candidato de la Renovación. “Es conflictivo para mí y para mi hijo, estamos en casa ajena. Pido que me devuelva mi casa”, insistió.

Por último, García dijo que ya contrató varios abogados que no pudieron lograr que Celestino deje el inmueble. “Es el quinto abogado que tengo, no presentaron bien la demanda de desalojo como debe ser”, comentó la mujer. Y reveló que actualmente, la causa está en Juzgado de 1º Instancia en lo Civil y Comercial Nº 8 de la 1º Circunscripción Judicial, a cargo de la jueza Adriana Beatriz Fiori.

La primera denuncia de la mujer por la usurpación de su vivienda

El pasado 23 de febrero, García contó a este medio que, a fines del 2020, firmó un contrato por escribanía con Celestino, para alquilar un sector del inmueble ubicado en Av. Roth y calle Los Jazmines del barrio Ñu Porá. Según García, el contrato estipulaba que Celestino utilizaría una parte del inmueble como peluquería y vivienda, pero la planta alta y parte de la planta baja, no serían ocupadas porque es allí donde vivía la mujer con su hijo menor de edad.

Sin embargo, según García, en diciembre del 2020 viajó a Bernardo de Irigoyen para cuidar de su hija que estaba embarazada. Regresó en febrero del 2022 y para encontrarse con que Celestino había cambiado las cerraduras y encadenado las puertas, prohibiéndole ingresar a la que es su propiedad. Y efectivamente, dejándola en la calle y sin el estipendio por el alquiler, de acuerdo con la denunciante.

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