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Causa Vialidad: para la fiscalía el testamento de Lázaro prueba que él no manejaba su fortuna

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Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola expusieron documentos sobre los vínculos de los Kirchner con Lázaro Báez y cuestionaron el argumento de la defensa de la vicepresidenta sobre la supuesta persecución en su contra. “No existe el lawfare”, señalaron.

Causa Vialidad: para la fiscalía el testamento de Lázaro prueba que él no manejaba su fortuna

BUENOS AIRES. Este viernes, en su octava jornada de alegatos en el juicio por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, el fiscal Diego Luciani rechazó de plano la teoría de una supuesta persecución contra la Vicepresiente –el llamado “lawfare”– e insistió en que ella intervino para beneficiar ilegalmente al empresario Lázaro Báez.

Según publicó La Nación, el fiscal orientó su exposición a demostrar la profundidad del vínculo entre Báez y los Kirchner. En esa línea argumental, exhibió un testamento que, según él, acredita que Báez no disponía de la fortuna a su nombre. Al tiempo que recordó operaciones comerciales compartidas por el empresario y el matrimonio Kirchner.

El fiscal Luciani en la segunda jornada de alegatos. Captura de video.

Es la penúltima jornada de alegatos en las que exponen Luciani y su colaborador, el fiscal Sergio Mola, para fundamentar los pedidos de condena que formularán el lunes próximo contra todos los imputados, incluida y principalmente, Cristina Kirchner, acusada de liderar una asociación ilícita dedicada a defraudar al Estado y direccionar la obra pública en beneficio de Lázaro Báez.

Una vez finalizada la exposición de la fiscalía, el Tribunal Oral Federal 2 dará inicio a los alegatos de las defensas. En total, los acusados son 13, con Cristina Kirchner, Lázaro Báez, Julio De Vido, José López y Abel Fatala, entre los más renombrados.

En su alegato de este viernes, Luciani citó al Papa Francisco: “El corrupto persigue a quien lo contradiga”. Mientras que Mola afirmó: “El lawfare no existe”.

En el inicio de la audiencia que se transmitió por Zoom y que Cristina Kirchner no presenció, Luciani se refirió a la jornada anterior, en la que expuso mensajes del exsecretario de Obras Públicas José López y al peritaje realizado sobre su celular. “Hemos dejado al descubierto la intervención de Cristina Fernández, Julio De Vido y Abel Fatala, entre otros, para beneficiar a Lázaro Báez y sus empresas”, manifestó el fiscal.

Y expuso en la pantalla compartida intercambios de mensajes entre José López y Julio Mendoza, el entonces presidente de Austral Construcciones. En las primeras audiencias del alegato del Ministerio Público Fiscal, algunos de esos intercambios, ya habían sido expuestos.

Este viernes, Luciani mostró nuevamente los mensajes entre López y Mendoza del 30 de noviembre de 2015, que aludían a una reunión entre Báez y “la Sra” (uno de los motes con los que los acusados se referían –según la acusación- a Cristina Kirchner). “Ese día, según los portales de noticias, Cristina estaba en el Sur”, dijo Luciani y consideró: “Después de haber visto la elocuencia de estos mensajes, sobran las palabras”.

Según el fiscal, los exfuncionarios de la Secretaría de Obras Públicas, el presidente del Banco Nación, los entonces funcionarios de la Dirección Nacional de Vialidad y los colaboradores de Lázaro Báez mantenían una relación “codo a codo”. “Eran lisa y llanamente como una misma parte (…) a costa de los fondos del erario”, sostuvo Luciani en su alegato de este viernes.

Y machacó sobre el “canal privilegiado” que tenía Lázaro Báez con los Kirchner. “Lázaro Báez era Néstor Kirchner”, aseveró. Insistió en la existencia de un vínculo entre Lázaro Báez y los expresidentes del Banco Nación Juan Carlos Fábrega y Juan Ignacio Forlón, un hombre “cercano a Máximo Kirchner”, sostuvo el fiscal.

De acuerdo con Luciani, “Austral fue una estructura creada para extraer fondos del Estado mediante el direccionamiento de licitaciones. Tal es así que cuando concluyó el mandato de Cristina Kirchner la empresa desapareció, se esfumó. Porque Austral Construcciones solo podía subsistir con el amparo y la anuencia de la entonces presidenta. Y se ve en los procesos de quiebra que atravesó la empresa”, acusó el fiscal, lapidario con la ex Presidente.

Asimismo, el fiscal puso el foco en el proceso de quiebra de la empresa. “Austral Construcciones fue una cáscara, que más allá de las personas que nominalmente aparecen o aparecieron como accionistas fue creada por personas con capacidad organizativa para direccionar licitaciones financiadas por el tesoro nacional”, fulminó Luciani.

Respecto del vínculo “de privilegio” que habría tenido Báez con la casa Rosada durante los gobiernos kirchneristas, el fiscal cuestionó que las empresas de Báez recibieron anticipos financieros por mil millones de pesos entre 2005 y 2012. Sin embargo, insistió Luciani, ese dinero fue usado para la adquisición de estancias. Y no para avanzar con la ejecución de las obras pautadas.

Luego de repasar las pruebas que tiene la Fiscalía sobre el presunto direccionamiento de los contratos de obra pública, Luciani puso de relieve la relación entre Báez y la familia Kirchner. “Austral tiene un terreno con vista al lago en El Calafate en condominio con los hijos de Cristina Kirchner. Además, hay propiedades que Lázaro Báez le compró a Máximo Kirchner”, reveló.

Sin olvidar las operaciones comerciales que los unen, el fiscal trajo a colación la declaración de Leonardo Fariña como arrepentido en la causa conocida como “La Ruta del Dinero”. “Fariña dijo que los ingresos de Austral por la obra pública contenían sobreprecios. Y afirmó que fue el propio Lázaro Báez quien le comentó en enero del año 2011 que la expresidenta lo interrogó para saber si estaban sacando dólares al exterior. Eso se lo dijo Báez cuando ya estaban expatriando dinero”, precisó Luciani.

Y ahondó sobre este punto: “Estas afirmaciones de Fariña encuentran respaldo con ciertos registros, concretamente, ingresos y egresos de personas a la Residencia de Olivos”. Al respecto, Luciani mostró un ingreso de Lázaro Báez a la Quinta de Olivos el 2 de diciembre de 2010. “Solo aparece su nombre y nada más. Pero no es la única visita que recibió Cristina Kirchner por parte de Austral Construcciones. Unos meses antes, el 10 de agosto de 2010, José López ingresa a las 10.15 horas, se va 11.25. Y en esa misma reunión estaba Julio Mendoza”, destacó.

En un tramo saliente del alegato de este viernes, el fiscal Luciani exhibió el testamento de Lázaro Báez, documento que fue secuestrado en un allanamiento en 2017 a las oficinas de Leandro Albornoz, el escribano de los Kirchner. En su análisis del documento, para el fiscal, salta a la luz que Báez no disponía de su fortuna. “El testamento se confeccionó en julio de 2010, mientras regían los contratos entre Báez y los Kirchner por la explotación de hoteles. Y le otorgó justamente ante el escribano Leandro albornoz, que unía los negocios entre los Báez y los Kirchner”, señaló el fiscal.

De acuerdo con la acusación, el testigo de ese testamento era Roberto Saldivia, un empleado de la empresa Hotesur. Ese testamento establecía que, durante 30 años, los herederos de Báez, su esposa y sus hijos, no podían disponer de la herencia. “Báez no tenía poder de decisión absoluto sobre el destino de sus propios bienes y de sus empresas. Por lo tanto, ¿quién concretamente detentaba ese poder?”, inquirió, suspicaz, el fiscal federal.

los acusados en la causa Vialidad y sus defensas

Para coronar su exposición ante el Tribunal Oral Federal 2 y las partes acusadas, Luciani citó una exposición del Papa Francisco de 2014. Y aclaró que en ese entonces el exministro de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni adhirió a estas palabras. “La escandalosa concentración de la riqueza global es posible por la connivencia de responsables del ámbito público con los poderes fuertes. Cuando la situación personal del corrupto llega a ser complicada, él conoce todas las salidas para escapar de ello”, citó Luciani.

Y remató: “El corrupto atraviesa la vida con los atajos del oportunismo, con el aire de quien dice no he sido yo y llega a interiorizar su máscara de hombre honesto en un proceso de sincronización. No puede aceptar la crítica, descalifica a quién lo hace, trata de inhibir la autoridad moral que pueda poner en tela de juicio, no valora a los demás y ataca con el insulto a quien piensa de modo diverso. Si las relaciones de fuerza lo permiten, el corrupto persigue a quien lo contradiga”, advirtió el fiscal Luciani.

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