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Crece la polémica por los sueldos de los obispos que paga el Estado

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El jefe de Gabinete Marcos Peña informó en el Congreso que el gobierno nacional destinará más de 130 millones de pesos a los sueldos en la Iglesia y desde la institución salieron a quejarse por ventilar este dato en medio de la tensión por el debate del aborto. Un obispo percibe $46.800 por mes.

Crece la polémica por los sueldos de los obispos que paga el Estado

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El jefe de Gabinete Marcos Peña informó en el Congreso que el gobierno nacional destinará más de 130 millones de pesos a los sueldos en la Iglesia y desde la institución salieron a quejarse por ventilar este dato en medio de la tensión por el debate del aborto y los “gestos” del Papa Francisco hacia dirigentes kirchneristas. Un obispo percibe $46.800 por mes.[/vc_column_text][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1521379167083-59cf6f39-370d-1″ include=”163850,163851,163852″][vc_column_text]CAPITAL FEDERAL. En medio de la frialdad cada vez más patente entre la Casa Rosada y el Vaticano, se conoció que el Estado (laico) destinará este año más de $130 millones en sueldos la Iglesia. El dato fue, otra vez, revelado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en su último parte al Congreso.

“El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”, reza el segundo artículo de la Constitución nacional. Por ello, junto a la ley 21.950 de 1979 que especifica que el Estado abonará a obispos y arzobispos el 80% de la remuneración de un juez de primera instancia. Así lo informó esta semana, el Jefe de Gabinete Marcos Peña Braun a los diputados.

El pago de sueldos eclesiásticos ascenderá a $ 130.421.300. En 2017 estaban asignados $ 7 millones menos.

 

Cifras escandalosas para la Iglesia Católica

De esta forma, los obispos diocesanos percibirán $ 46.800 mensuales, lo mismo que los administradores apostólicos; mientras que los auxiliares y eméritos, $ 40.950.

Son alrededor de 130 los beneficiarios y hasta junio de 2016 (luego aumentado en sintonía con las paritarias estatales) el sueldo mínimo para obispos era de $ 32.526.

Pero no sólo es eso lo que hay que pagar: existen otras dos normas (leyes 22.162 y 22.950) que obligan al Gobierno a subsidiar a sacerdotes que estén en zonas desfavorecidas y a seminaristas.

A mediados del año pasado, el mismo Peña detalló en otro informe al Congreso que a los sueldos de obispos (entre $ 30 y $ 40 mil), el Estado también debía abonar $ 2500 por mes a 1150 seminaristas y otros $ 3 mil a 516 parroquias de fronteras.

También había entonces 47 sacerdotes ancianos sin cobertura que, por ley 22.430 obtienen una jubilación graciable sin aportes: recibieron en 2016 unos $ 3700 por mes.

 

El aporte estatal a la Iglesia supera a la inflación

Por otra parte, también respondió Peña que el área de Fortalecimiento Institucional de la Secretaría de Acompañamiento y Protección Social financió a 45 instituciones católicas a través de asistencia económica (subsidios no reembolsables) y asistencia técnica. Entre ellas figuran, Cáritas-Conferencia Episcopal Argentina, Obispado de San Isidro y Fundación Padre Miguel.

El aporte estatal a la Iglesia está en alza, peleando cabeza a cabeza con la inflación. Según el Presupuesto 2016, se destinaron $136 millones (sin incluir los $ 16 millones donados por el Gobierno que al final el Papa devolvió); en 2017 unos $ 167 millones; y para este año están previsto un desembolso de $ 177 millones.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”3″ grid_id=”vc_gid:1521381430184-3af4fe9c-6005-10″ include=”161854,77484,152819,163859″][vc_column_text]

La respuesta de los obispos

Ante estos datos sensibles para la jerarquía eclesiástica, la respuesta de los prelados no se hizo esperar. Si bien los obispos consideran que los montos no son secretos porque son parte de los fondos públicos, consideran que el surgimiento de la cuestión ahora forma parte de una “nueva maniobra distractiva” de los problemas económicos y los cuestionamientos éticos a ciertos funcionarios.

Los obispos ya habían tomado como una “cortina de humo” el desbloqueo por parte del Poder Ejecutivo del debate en el Congreso de la despenalización del aborto. La irrupción del tema de los aportes a la Iglesia –muy criticaba por muchos sectores, incluso dentro de la propia comunidad católica- es un tema “taquillero” que, dicho sea de paso, debilita al Episcopado en medio del debate por el aborto.

“Las cifras son conocidas. Lo que me extrañó –dijo- es que los legisladores, que son los que aprueban el presupuesto, donde una parte está destinada al sostenimiento de la Iglesia Católica, hayan preguntado eso”, dijo el obispo de San Francisco, Córdoba, Sergio Buenanueva, al diario La Voz de Córdoba.

Las palabras del obispo apuntaron a la diputada porteña Carla Carrizo, del bloque Evolución que lidera Martín Lousteau, la autora de la explosiva pregunta sobre los sueldos de los prelados.

 

“La forma actual de aportes a la Iglesia es caduca”

Buenanueva aseguró que “no son salarios, sino asignaciones” y que, en su caso, “de los 46.000 pesos que recibo, hay un porcentaje que va a un fondo solidario. Hace unos años me tuve que operar de los ojos y la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), con ese fondo, me ayudó. Lo demás, unos 42.000, son para mantener mi casa, para la comida y para mi vehículo. Lo que queda va al sostenimiento de los gastos ordinarios del obispado, que son muchos”.

Finalmente, Buenanueva opinó que “hay que discutirlo todo. La forma actual (de aportes a la Iglesia) es caduca. A veces se dice que esto lo impuso la dictadura (una ley). La dictadura le dio la forma que ahora tiene, pero ya venía de antes. Está en el artículo 2 de la Constitución (el Estado federal sostiene al culto católico)”, remató.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

Cronista/Clarín/JMM.

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