#CuadernosK: “Alguna vez se tiene que hacer justicia con Thomas”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Aldo Ríos ex director de control de gestión de la EBY, que denunció los desmanejos que encontró en la entidad que manejaba Oscar Thomas, reveló que había irregularidades inclusive en un software de control de gestión que costó unos 5 millones de dólares.[/vc_column_text][vc_single_image image=”190115″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]POSADAS. El ex director de Control de Gestión de la EBY (Entidad Binacional de Yacyretá), Aldo Ríos, insistió en la importancia de que la Justicia investigue escrupulosamente al ex Director Ejecutivo, Oscar Thomas, actualmente prófugo de la justicia por la megacausa de los cuadernos de las coimas con la obra pública.

Ríos sostuvo que fue despedido del cargo tras descubrir numerosas y gravísimas irregularidades que llegaban incluso a herramientas clave en el control de la gestión.

Según Ríos, la EBY bajo la gestión de Thomas, llegó a pagar un certificado de obra de 10 millones de dólares por incurrir en “ociosidad”.

“Alguna vez se tiene que hacer justicia (con Thomas). Desde que entré en 2009 (en la EBY), detectamos en las primeras semanas irregularidades en varios contratos”, relató el ex funcionario paraguayo.

Irregularidades hasta en el contrato para el software de control de gestión

“En una de (las irregularidades en los contratos), en una de las herramientas de control de gestión de monitoreo, nos dieron la autorización para hacer la intervención”, precisó.

“Se avaló la investigación y el departamento jurídico encuentra las irregularidades y se eleva al comité ejecutivo. Pero Thomas (y el Comité Ejecutivo), nos ordenó que debíamos continuar con el contrato, que era totalmente irregular, de más de 5 millones de dólares”, puntualizó Ríos.

En este sentido, el ex funcionario dejó en evidencia que las irregularidades llegaban incluso al contrato para el software de control de monitoreo, “una de las cuestiones más importantes para los controles”.

Ríos explicó que el software aludido era esencial para el control de los contratos de la EBY, porque era imposible analizar los documentos en un tiempo razonable, sin una asistencia de este tipo.

“Insistí en que es una herramienta muy cara y que debía funcionar. Detrás de esa herramienta estaban todos los contratos que no se están realizando de forma correcta y con irregularidades Era un secreto a voces que todos sabían (de los contratos irregulares). Pero ni siquiera la herramienta funcionaba”, sentenció el ex funcionario.

“Esto se publicó en un medio del Paraguay, sobre una probable estafa. Sin embargo, cuando se reúnen los dos directores, Thomas y el director paraguayo, simplemente, dicen en el primer punto e la resolución, ordenan que se actualicen todos los pagos e inclusive, ampliar el contrato”, reveló el ex director.

Estas revelaciones parecen mostrar una presunta connivencia de Thomas y su par paraguayo, con las irregularidades en todos los contratos, comenzando por el vinculado al software de control.[/vc_column_text][vc_column_text]

Thomas manejó “cifras astronómicas”

Repreguntado, Ríos aseguró que “había montos muy superiores en otros contratos que estábamos investigando. Como un certificado de 10 millones de dólares, que se tenía que pagar por ociosidad. Por no haber hecho nada para la determinación de obra”, comentó.

“Esa fue la gota que colmó el vaso. Ya era evidente que no querían resolver las irregularidades, me negué a firmar ese certificado e hice pública mi renuncia. No pudimos corregir absolutamente nada”, manifestó.

En sus denuncias, Ríos comentó que inclusive, “en una oportunidad, el contralor general del Paraguay, en momentos de la elevación de la cota (de funcionamiento de la represa a 83 metros), fue echado de la oficina donde hacían las copias de documentos y revisado las cuentas. Y el secretario de Thomas, instruye al contralor paraguayo, sobre qué era lo que tenía que decir su informe”, manifestó.

Sobre el final de la entrevista, Ríos insistió en que según información pública, Thomas manejó entre 800 y 1200 millones de dólares por año, al frente de la EBY. Lo que arroja un total acumulado de entre 9.600.000.000 y 14.400.000.000 dólares, en los 12 años de gestión de Thomas.

“Son cifras astronómicas. Sólo el software de gestión costó 5 millones de dólares. Por eso es que aquí hay mucha oposición al tema de la deuda (del Paraguay) respecto de la represa”, analizó.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]