BUENOS AIRES. El presidente de CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), el misionero Gerardo Díaz Beltrán, enfrenta una situación compleja, luego que directivos de la entidad denunciaran ante la IGJ (Inspección General de Justicia), que el balance que presentó incluye gastos millonarios injustificados.

La impugnación del balance de $500 millones puso la lupa sobre el gasto de $30 millones en abogados y $9 millones en artículos de librería, entre otros ítems sospechosos. Pero no es la única impugnación que enfrenta el misionero.

Según LPO, el bloque de Pymes ligadas al kirchnerismo, creen que Díaz Beltrán debería haber dado un paso al costado luego de que fracasara el modelo económico del ex presidente Mauricio Macri.

No le perdonan a Beltrán que CAME fuera el escenario de la celebración con Macri por el día del Empresario en 2018 y de la promesa de Dante Sica de que las tasas iban a bajar. Pero eso nunca sucedió con una debacle y cierre de miles de empresas.

La réplica de Díaz Beltrán

Por su parte, en el entorno de Díaz Beltrán acusan a La Cámpora de querer copar la CAME. Y señalan que las denuncias presentadas son parte de esa embestida. Él mismo, en una entrevista a Clarín, hipotetizó que se trata de una forma de presión política para acallar la devastación que está propiciando el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, con la cuarentena “sanitaria” de casi 8 meses.

En el presente año, la desaparición de Pymes, incluso se aceleró. Todos los indicadores económicos de actividad, tasa de desempleo y uso de la capacidad instalada, así lo demuestran.

Beltrán acumula denuncias ante la IGJ que son de gravedad y provienen del peronismo tradicional y del kirchnerismo camporista. Son por la distribución irregular y desvío de fondos del Inacap (Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio), por la suma de $353 millones que se habrían girado de forma irregular a Federaciones y Cámaras asociadas a CAME.