POSADAS. El anuncio fue oficial. “Se tomó la decisión de desmantelar eso, ver si hay una reubicación en otro lugar, porque hoy es propiedad de la Provincia; hemos cancelado lo que se le estaba debiendo a los proveedores de esos artefactos”, explicó a la prensa el ministro de Turismo, José María Arrúa.

De esta manera, se reconoce finalmente que el proyecto de las “aerosillas” del Parque Provincial Salto Encantado solamente significó una enorme pérdida económica para las arcas para la provincia de Misiones. No solamente no funcionó la idea, sino que hubo que pagar cifras millonarias a los privados que brindaron los servicios.   

La obra comenzó en el 2010 y, obviamente, todavía no funciona. Tuvo un presupuesto inicial de 5 millones, pero a los dos años se amplió a más de 8 millones. Hasta el momento no hay cifras finales del proyecto que ahora ya fue descartado formalmente.

En marzo de ese mismo año la Dirección General de Arquitectura de la provincia realizó la apertura de sobres para la construcción de la “nueva infraestructura” del Parque Provincial del Salto Encantado de Aristóbulo del Valle, el pueblo natal del exgobernador Maurice Closs.

Desde un primer momento, en Aristóbulo del Valle todos hablaban de un proyecto “fraudulento” por lo que existieron varios pedidos de informe en la Cámara de Diputados.

Claramente fue una idea del exgobernador y empresario turístico, Maurice Closs y de su socio, el exministro del área, Sergio Doubrusin. Este último, en su momento reconoció que recién cuando la obra sea entregada se sabría el monto definitivo de los costos.

Durante su gestión, Doubrusin anunció en varias oportunidades que se iba a poner en marcha el servicio, cosa que nunca ocurrió, la obra debió estar terminada a finales de 2011.

Se trata de aerosillas que se desplazarían por rieles, con capacidad para cuatro personas cada una, impulsadas por una enorme polea en la base del cerro, 200 metros arriba del restaurante del salto. Parte de la estructura, específicamente las torres, fueron construidas en Suiza y los otros elementos como parte de las cabinas, provienen San Carlos de Bariloche.

Fue esta semana que el mismo ministro de Turismo, José María Arrúa, anunció sin mayores detalles que el proyecto quedaba “desmantelado”. Aún se desconocen las cifras finales de las pérdidas y los costos totales que significó esa aventura para todos los misioneros. 

“Son equipamientos que tienen un deterioro importante y estar expuestos mucho tiempo hizo que se vaya complejizando. En los últimos días se tomó la decisión de desmantelar eso, ver si hay una reubicación en otro lugar, porque hoy es propiedad de la Provincia. Hemos cancelado lo que se le estaba debiendo a los proveedores de esos artefactos”, aseguró el funcionario en una entrevista televisiva.

Obviamente, Arrúa evitó hablar de los montos que debieron pagar a los proveedores, para cancelar las millonarias deudas.